Velos que no muestran.
Elecciones de vida,
mujeres tamizando los caminos
entre pañuelos de color pastel.
La entereza de la suavidad.
***
Texto: Cris Carrasco García
Imagen: Cris Carrasco García
Velos que no muestran.
Elecciones de vida,
mujeres tamizando los caminos
entre pañuelos de color pastel.
La entereza de la suavidad.
***
Texto: Cris Carrasco García
Imagen: Cris Carrasco García
Tras la cortina
se abre una frontera
y me susurra
que yo también camino
al borde de la vida.
***
Texto: Cris Carrasco García
Imagen: Cris Carrasco García
¿Cuántas fotografías tomé de aquel atardecer?
Todas las que caben en el brindis de un crepúsculo.
Bajo el gris y el negro se mecen la luz y la sombra,
el comienzo de la noche y el tiempo de las luciérnagas.
Entre el claroscuro, se duerme la tarde
detenida en la imagen de aquel verano encendido.
(Cris Carrasco García)
Imagen: Cris Carrasco García
Me fui de aquel mundo
dejando mi huella
grabada en el agua;
pero irse de un planeta
no es abandonar su universo.
(Cris Carrasco García)
Imagen: Cris Carrasco García
Siempre llego a todo,
tropezando, pero llego.
Como la amapola tropieza con la tierra para nacer.
Como la hoja tropieza con la rama para brotar.
Como los rayos del sol tropiezan con las nubes para brillar.
Tropiezo. Me trabuco. Me atasco.
Con los pies y las palabras. Con las letras. Con las manos.
Con la vida.
Cualquier día tropezaré con el mar
y me haré ola.
No pierdo la esperanza.
( Cris Carrasco García)
Imagen: Mónica Carretero
N. York
Nueva York, los edificios crecen
bajo la sombra de otros edificios.
La ciudad es una espiral
no duerme, dicen, somnolientas
sombras del atardecer y más.
La noche ya nos devuelve su cara
y le sonrío a esta virgen puta santa.
Con su velo de diosa cae el alba,
los escalones fríos que llevan sus tacos
y la veo correr en el Central Park,
loca, le digo, no dejes tu cintura
al viento, boca abajo sopla,
arriba el techo vuela estrellas,
un, dos, tres, cuatro pasos resuenan,
los días que no vuelven, vuelan,
la ciudad cruza la acera, un helado,
el frío no inmoviliza las palabras,
la ciudad es de risa, un cuerpo
inmóvil de cera, abrázame,
en el violeta la pared devora el graffiti.
Es el turno, la hora sin emergencia,
no me pidas un epitafio,
ahora quiero bailar.
La sin par
Emerjo entre los pétalos
del loto que me cobijó.
Ha sido largo el invierno
pero todo ha quedado a ras de agua.
Renazco, como siempre, sola,
como siempre, contando lunas
que formarán pedacitos de estrellas.
Le pido al cielo ser faro en la tempestad
y me responde todo se andará,
de momento, aprende a ser luz.
(Cris Carrasco García)
Imagen: Pinterest
Yace el poema bajo el silencio
de esta tarde de invierno.
Descansa, lánguido, cobijado del frío
en una taza de té
y la nieve cubre las montañas.
(Cris Carrasco García)
Imagen: Extraída de Pinterest
Escampaste al viento palabras que duelen,
y el mismo aire me llenó la boca
de arena y barro.
Derribaste un puente con la magia de lo sutil
y me quedé
intentando amarrar confianzas
con alfileres de perla blanca
que después
cayeron
como
cae
todo.
(Cris Carrasco García)
Imagen: Fred Calleri
Cuando cierro los ojos veo brotar un manantial sereno.
Es la corriente de un río cristalino que fluye dulce y fresca.
Meto los pies y agradezco al agua
que esté conmigo, me tenga entre sus manos
y después se vaya buscando el mar
para abrazar las rocas como me abraza a mí.
(Cris Carrasco García)
Imagen: Fred Calleri
Me levanté nido de jilguero
que enseña a cantar a los polluelos.
Me levanté mecedora ondulante de sentimientos
a pesar de los ruidos infernales.
Me levanté luna que apaga las farolas
y regala luz sin saber cómo ni a quien.
(Cris Carrasco García)
Imagen: Desconozco su autor/a
Extraído de Pinterest.
Me dijo que el otoño crepita como la porcelana
y que el verano sabe a melocotón y agua.
El silencio también me contó
que una abubilla no inunda el arrozal,
que el té sueña con ser río de montaña
y si al eco le dices hola
nunca te responde adiós.
(Cris Carrasco García)
Imagen: Fred Calleri
La amiga ebria de adolescencia. La maestra humana que me duele. El deseo de cueva y que me ignoren. El tiempo que pasa rápido pero no pasa. Lo que quiero escribir y no escribo. Lo que digo y queda en el aire. Las palabras que coso al papel para no olvidar y olvido. El vacío. El hueco. El bache. La nada espiritual. La búsqueda. El hallazgo. El no saber. La ignorancia. La luz. La montaña que no sé subir. La maestra que no anduvo el camino pero está... ¿Está? Mis lágrimas que no hacen lluvia. La lluvia que inunda la mar. La profundidad. La anestesia del té. Las minas de sal dentro de mí. Los que hablan mi lengua pero no entiendo. Los que no hablan mi lengua pero entiendo. La falta de amor y el amor desbordado. La soledad escribiendo poemas. No quiero que nadie los lea pero los digo en voz alta.
(Cris Carrasco García)
Imagen: Amy Judd
En mis versos pequeños siempre hay silencio.
Quizá por eso sé que crezco
y porque hay arrugas donde hace un tiempo
todo era terso.
No me da miedo el azul de la noche
y espero el renacer del que hablan mis amigas
cuando llega la tarde de la vida.
Aprendo tanto, tanto, tanto...
de ti y de los pájaros, de las flores
y del sereno baile de las luciérnagas
que me he vuelto tú, pájaro, flor
y ser alado que busca la luz
pero ya no se engaña con resplandores vanos.
(Cris Carrasco García)
Imagen: Catrin Welz-Stein
Me sumerjo sola en la penumbra elegida
arropada con el silencio
casi vacío de pensamientos...
lo más parecido a la nada
es este no habitar lo habitable.
Escojo la noche sin oscuridad de alma
para salir de esta rueda de molino
que olvidó el aroma de las que viajan
escasas de palabras y de vientos.
(Cris Carrasco García)
Imagen: Ottokim
Una sirena me abre los ojos
al sufrimiento del otro...
Me concentro en el mío
pero...
No es diferente al que suena
lejos, como un eco.
(Cris Carrasco García)
Imagen: Desconozco su autor/a.
Extraída de Pinterest
A veces le dejo espacio a la tristeza
enraizada en estos tiempos de pulmones enfermos.
Hablo con el peso de la vida, le intento poner alas
y una corona de magnolias atada al cabello.
Han vuelto los sueños que me despiertan en la oscuridad
de esta noche que parece haber olvidado el amanecer,
pero ya no les tengo miedo
porque aprendí la forma de traspasar su umbral:
bailando con la incertidumbre,
dejando que el oso me alcance
sin correr.
(Cris Carrasco García)
Imagen: Bryce Cameron