viernes, 28 de diciembre de 2018

Tener los brazos siempre abiertos

Tener los brazos siempre abiertos
para dar la bienvenida 
a los que llegan
y dejar marchar
a los que se van.
Inocente en el día de los Inocentes,
un pequeño ser se aleja
entre sollozos
y otro llega entre sonrisas.
No es la crueldad de la vida,
no es la bendición de la vida,
es sólo la VIDA
que sale a nuestro encuentro.

(Cris Carrasco García)


Imagen: Asun Balzola

domingo, 16 de diciembre de 2018

Mujer Sabia del Círculo de Mujeres


Querida hermana:

El viento, tan típico de este lugar y que se estaba demorando, ya ha llegado. Los árboles se agitan, por el suelo de las calles ruedan hojas, pinocha y todo tipo de cosas que el aire encuentra en su camino y no duda en cambiar de sitio. El cabello quiere volar libre y los ojos se llenan de arenilla si no llevas gafas de sol.
Nada diferente a otros días de viento. 

El lunes hicimos aquí en casa el Círculo de mujeres y, como ya te conté, este mes me tocaba a mí ser la Mujer Sabia. Fue muy bonito, les hablé de muchas poetisas y Gioconda Belli presidió el centro del círculo porque es mi poetisa fetiche y porque era su cumpleaños (10 de diciembre).
Nos emocionamos mucho con algunos poemas y hablamos sobre otros. Miramos las fotografías en blanco y negro de Gioconda, de Wislawa, de Begoña, de Tozake, de Maram, de Consuelo Tomás, de Charlotte Delbo, de Gloria, de Alda, de Mía y contamos lo que cada una nos sugería. 
Después les leí un poema que escribí para cada una de ellas y todas se emocionaron. 

De todo ello, hubo una frase que dijo una de las Hermanas, que hace voluntariado con niñ@s oncológic@s,  y que me llegó al corazón : " Siempre he sabido que no puedo evitar que la gente de mi alrededor muera, pero sí puedo hacer que el tránsito de la vida a la muerte sea más liviano y suave". 
¿Verdad que esas palabras son pura poesía, puro amor, pura dulzura?
Ahora andamos toda la tarde preparando una cena sorpresa para la Hermana que se nos va lejos porque debe continuar su camino y le hemos comprado una tarta y andamos de acá para allá con el móvil y todo es pura fiesta. 
Creo que encontrar a estas mujeres en mi vida ha sido una bendición.

Por lo demás, sigo aprendiendo. Aprendiendo. Aprendiendo intentando siempre abrir los ojos sin juzgar y compartir para no caer en el apego. 
Una de las cosas que he aprendido estos últimos días es que hay personas que desean hacer algo por los demás pero no saben por dónde comenzar y cuando les abres una rendija, se muestran felices por poder ayudar y ser útiles a otr@s. 

Ya me voy. Te dejo fotos, que no son muy buenas, pero no tengo otras, te dejo una frase preciosa de la Hermana voluntaria en el hospital y te dejo una canción de Tracy Chapman que no sé si viene muy al caso pero como me encanta y estamos en época de regalos, pues te la doy con el permiso de Tracy. También te pongo la letra traducida porque aunque sé que allá donde estás lo entendéis todo en todas las lenguas, cuando estabas aquí no se te daba bien el inglés. 

Un beso 




Baby can I hold you (Tracy Chapman) ( Cariño, ¿puedo abrazarte?)

"Perdón",
es todo lo que no puedes decir.
Pasan los años y todavía,
las palabras no salen fácilmente,
(decir) algo como "perdón", algo como "perdón".
"Perdóname",
es todo lo que no puedes decir.
Pasan los años y todavía,
las palabras no salen fácilmente,
(decir) algo como "perdóname", "perdóname".
Pero cariño, puedes decir:
"cariño, ¿esta noche puedo abrazarte?" 
Quizás si te dijera las palabras adecuadas
en el momento adecuado, serías mío.
"Te quiero",
es todo lo que no puedes decir.
Pasan los años y todavía,
las palabras no salen fácilmente,
(decir) algo como "te quiero", "te quiero".
Pero cariño, puedes decir:
"cariño, ¿esta noche puedo abrazarte?"
Quizás si te dijera las palabras adecuadas
en el momento adecuado, serías mío.
Serías mío,
serías mío.
Tracy Chapman - Cariño, ¿puedo abrazarte?

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Imágenes: Barbara Zambon
Texto: Cris Carrasco García
Música: Tracy Chapman

viernes, 7 de diciembre de 2018

Las cosas andan revueltas

Querida hermana:

Las cosas andas revueltas porque los pueriles, los niños, los no iluminados, los que navegamos en el samsara, hemos decidido que con la violencia se resuelve todo. 
En el sur entra en el parlamento alguien que da miedo y los del otro extremo se lanzan a la calle como salvajes, impiden que los que creen sus enemigos se reúnan, se enfadan, agreden y lo rompen todo.
 Son jóvenes y no tan jóvenes, son ingenuos, pero ellos también dan miedo. Porque el odio, venga de donde venga, eriza la piel. 
Y los de allá, van a cruzar el Atlántico para jugar aquí un partido de fútbol. Sí, hermana, como te lo digo. Temen que pueda ocurrir alguna tragedia fruto de la violencia y han decidido poner agua de por medio. 
No te rías, que no es de risa.
Los vecinos y vecinas también están viviendo cosas muy tristes con chalecos amarillos rodando por el suelo y la Torre Eiffel acordonada. 
 Ya sé que donde tú estás todo esto suena a patio de colegio o de instituto, o peor aún, a patio de arenero y tobogán, pero los que todavía estamos aquí, lo hacemos casi todo así de serio y de triste y de gris y de feo. No sabemos dejar de sufrir. Cuando nos sentimos heridos creemos que haciendo daño nos curaremos.
No nos entendemos porque no queremos. Por ego, por orgullo, por tontos. Porque humildad y empatía son palabras bonitas que muy pocos ponen en práctica con verdadera voluntad.
Nos ponemos etiquetas :" de izquierdas" "de derechas", " del Boca", "del River".... y así decidimos quién entra en nuestra vida y quién no, lo borramos de nuestra lista de Facebook o no le deseamos los buenos días.

Pero nosotros, aún haciendo todo eso, no votamos a los que dan miedo y por ello nos creemos más listos y más maduros y más demócratas y más buenos. Mejores. 
Quizá no seamos tan diferentes de ellos como creemos.
Tal vez nosotros también le demos miedo a alguien.
Buscamos la seguridad en lugares equivocados. Un lugar equivocado es la violencia. Violencia contra el inmigrante, violencia contra las mujeres, violencia contra el hincha del otro equipo, violencia contra la vida. No queremos entender que somos frágiles y vulnerables. Si lo entendiéramos, nos haríamos fuertes.
Creo que sería un error intentar hacer entender todo esto porque cada uno, cada una, debe llegar a sus propias conclusiones a su ritmo y en su momento, por eso no intento convencer a nadie, sólo comparto también con otras personas este escrito dirigido a ti, que ya no te acuerdas de las cosas mundanas.

Bueno, hermana, me voy que esto se alarga y aquí escribiendo no voy a solucionar nada.  Quizá, lo único, que tú te rías de los pueriles, tontos e infelices seres humanos. 

Algo es algo. 

Un beso. 
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Imagen: Jeffrey Larson
Texto: Cris Carrasco García


viernes, 23 de noviembre de 2018

El gorrioncito

El gorrioncito
otea el horizonte
desde el punto más alto
del tejado.
Sé que sólo ve lluvia.
Alza el vuelo, traza círculos
con alegría infantil.
Está jugando
donde otros maldicen el agua.

(Cris Carrasco García)


Imagen: Cinzia Bolognesi