Hola a todas y todos. Hace unos días me puse en contacto con Angie Simmnonis, la chica del blog que recomiendo aquí al lado : amazonialibre.blogsopt.com, porque encontré en uno de sus relatos un texto que me gustaría incluir en el poemario Lumbre de Canela y quería pedirle permiso para hacerlo. Le dije que quería incluir este texto porque he mandado el poemario a varios certamenes literarios y en ellos siempre encuentro las mismas circunstancias: los jurados están todos constituidos por hombres ( sólo en uno encontré una mujer) y muchos hombres dicen que mi forma de escribir es muy femenina y feminista. Y ella me mandó la siguiente respuesta, que a mi modo de entender no tienen desperdicio y por ello la reproduzco aquí.
Gracias Angie por tus palabras.
"Estoy encantada de que te guste mi texto... Por supuesto que puedes usarlo, yo escribo para compartir...Sólo te pido que me cites, que es algo que ha salido de mi corazón para compartirlo con las demás mujeres y no merece ser plagiado porque es un texto honesto.Me pasaré por tu blog, claro que sí.Lo que tienes que hacer es enviar tus poemas a concursos de mujeres o a editoriales como Torremozas y de ese estilo. Es lamentable, pero así están las cosas, vivimos en dos mundos diferentes los hombres y las mujeres, opuestos pero paralelos. Si quieres estar en el mundo de ellos tienes que ser como ellos, escribir como ellos, pintar como ellos, hacer películas como ellos, etc... Para ser una mujer valorada y admirada tienes que ser como un hombre. La igualdad es simplemente eso, para que hombres y mujeres sean iguales, las mujeres tienen que ser iguales que los hombres. Por eso yo no creo en el discurso de la igualdad y defiendo con uñas y dientes la diferencia, la singularidad de ser mujer. Como decían las Mujeres Libres de la II Repúblicas, no iguales sino equivalentes. Pero la mayoría de las mujeres o están ciegas y no lo ven o eligen ponerse la venda porque se sienten mas seguras y cómodas viviendo en connivencia con el patriarcado, aunque destruya la vida de millones de mujeres. Mentalmente, culturalmente, son hombres. Prefiero estar en el otro mundo donde al menos, no tengo que fingir lo que no soy, prefiero ser marginada, excluida, fronteriza, alternativa, que vender mis valores y prostituir mis convicciones. Aunque mira por donde, nosotras tenemos mucha ventaja... conocemos perfectamente su lado y si le ponemos un poco de interés, el lado femenino de la realidad está ahí para descubrirlo. Las mujeres que por fin, en un momento dado de su vida, lo descubren se sienten como debió sentirse Colón o Marco Polo y su vida cambia radicalmente. Otras, aunque sepan que existe, prefieren no acercarse, por miedo, por comodidad o por convicción (¿por qué no?, nadie tiene la exclusiva de la Verdad, ya que ésta no existe). Nuestra ventaja es que podemos elegir, mientras que ellos ni por asomo se les ocurre que haya que elegir algo. Pocos hombres conocen o admiten la imprescindible necesidad de lo femenino. Por eso el mundo esté como está, desequilibrado, caótico, en declive, en aras de autodestruirse: le falta su mitad esencial.Ay Cris, como me he enrollado... Tú sobre todo sigue escribiendo, que eso es lo importante, escribe lo que te salga de los ovarios, del útero, del centro de tu poder femenino ¿qué importa si es femenino, masculino o andrógino, mientras sea tu sangre, tu corazón, tu espíritu?Otra cosa es que quieras ganar dinero con ello y entonces sí, hermana, entonces tienes que escribir lo que se vende, como hacen tantas y tantas escritoras (que yo no lo juzgo, hay que buscarse la vida, al fin y al cabo) y mirar qué es lo que vende, aunque si quieres te lo digo desde ahora: sexo y violencia disfrazado de novela histórica o thriller, con unas pinceladas de erudición para que vean que eres culta y te has leído por lo menos a Nietzche...Escribir también es una elección y una lección moral, precisamente. "