A veces hablo de:
lunes, 22 de septiembre de 2025
Se nos fue Robert
lunes, 15 de septiembre de 2025
Cualquier tiempo pasado ¿fue mejor?
Durante gran parte de mi vida tuve cerca a personas muy románticas del pasado. De esas que dicen que la infancia es la mejor etapa de la vida y que la juventud es un divino tesoro y que ojalá sus hijas no hubieran crecido nunca y que entonces era más fácil encontrar trabajo, hacerse rica, publicar libros, hacerse famosa, deportista de élite o saltimbanqui.
Estos argumentos me dan mucha pereza porque cuando miro hacia atrás en mi vida, cualquier tiempo que recuerde me parece triste, gris y sombrío. Y no es que no haya sido feliz nunca. He sido, como todo el mundo, feliz a ratos en cada época de mi vida pero no volvería a ninguna. Lo pasado, pasado está y fue bonito mientras duró.
Porque en el pasado fui tonta, inexperta, imitadora de todo el mundo que me hiciera un poco de gracia y practicante eterna del querer encajar en una sociedad en la que no encajaba.
Hasta que leí un libro que hablaba de la mujeres que no encajamos y decía :" No te esfuerces por aparentar ser alguien que se adapta porque te agotarás en el esfuerzo y será en vano porque el mundo entero sabe que eres diferente" (del título del libro no me acuerdo pero sé que está descatalogado).
Y ahí empezó mi nueva realidad que no se tradujo precisamente en volverme lista de un plumazo, ni me dio una experiencia de mil años ni dejé de imitar a todo dios que se me cruzara. No. Pero me abrió una puerta a la realidad.
Crucé esa puerta aceptando que la cosa sería difícil.
También acepté que estaba bien que mi infancia y la infancia en general no me parezca un lugar al que volver sino más bien un mal sueño del que huir. Como acabaron siendo lugares de los que huir el círculo literario aquel, la comunidad budista y muchos de los poemas que escribí. Todo en su día bien, pero...
Y el ahora, muy bien, gracias, pero... estoy segura que dentro de unos años, muy pocos, mi memoria calificará este presente como un tiempo triste, gris y sombrío sin que ahora mismo lo aprecie como tal.
Tal vez sea porque recordar me da pereza.
Seguimos con el blog de los lunes, amigas.
***
Texto: Cris Carrasco García
Imagen: Cris Carrasco García
lunes, 8 de septiembre de 2025
Esas fiestas de otoño
Me pregunto si cuando comienza septiembre la mayoría de la gente se ilusionará con lo que llamo "fiestas del otoño".
Quiero decir que con cada septiembre pienso que ya están cerca el puente del nueve de octubre, halloween y el puente del ocho de diciembre y me pongo contenta y una vocecilla interior dice ¡qué fiestas tan agradables! porque me invade el aroma del otoño, las castañas asadas, el fresco que no llega a ser frío, los mercados medievales que se hacen aquí en el pueblo...
Pero resulta que si lo pienso bien, no participo en ninguna de ellas.
Hace unos años iba a los mercados medievales y rara vez compraba algo. Ahora ni eso. Han dejado de gustarme porque me resultan repetitivos y han perdido la esencia que tenían cuando se crearon.
En el puente del nueve de octubre aquí es tradición que se vendan bandejitas de frutas hechas de mazapán envueltas en un pañuelo para el cuello y muy pocas veces compro los mazapanes. A veces alguno de mis cuñados le regala a mi madre la típica bandejita y cuando voy a comer me las saca (por qué mis cuñados le regalan a su suegra, mi madre, los mazapanes y no a mis hermanas, que son sus parejas, es algo que siempe me he preguntado en voz baja pero nunca lo he hecho en voz alta. ¿Será para hacerle la pelota a la suegra?...)
En cuanto a halloween, pues aquí en España es básicamente una fiesta infantil y hace años venían los niños de la calle y nos pedían golosinas, pero ahora aquellos niños ya han crecido y los de ahora no llegan hasta casa.
El puente del ocho de diciembre, que nunca sé si llamar de la constitución o de la Inmaculada, adquiere dimensiones de vísperas de navidad y no está mal. En un tiempo se aprovechaba para sacar el árbol y decorar las casas, pero desde que los centros comerciales decidieron que la navidad comienza casi en septiembre, parece que cuando llegan esas fechas lo único que quiere una es que pasen.
Y sin embargo, cuando termina agosto, pienso en los mercados medievales, las figuritas de mazapán, la decoración de navidad, el fresco que aún no es frío y me siento bien. Quizá porque de un tiempo a esta parte he romantizado el otoño.
Quizá porque se acaba la vuelta ciclista a España pero comienza OT.
O quizá porque vuelven las reuniones culturetas con las amigas donde no hablamos ni de la vuelta ciclista ni de OT pero molan mucho.
O quizá porque cada otoño me vuelvo un año más sabia.
Comenzamos el blog de los lunes, amigas.
***
Texto: Cris Carrasco García
Imagen: Cris Carrasco García
martes, 2 de septiembre de 2025
Meses pasados y tiempos venideros
lunes, 18 de noviembre de 2024
Perfectamente diseñada
Seguimos en esta noche lorquiana que nos ha llegado en forma de barrancada intentando mantener el tipo a base de humor aunque a veces me sale bien y a veces no.
Mi rutina y la de tod@s l@s que andamos por aquí y alrededores se rompió para quizá nunca volver a ser la misma el 29 de octubre. Y a partir de entonces, el caos.
El metro no funciona y no lo hará al menos hasta mayo, por lo tanto he debido dejar el curso en la universidad que tanto me gustaba. El año que viene me han dicho que lo volverán a hacer. El día 3 de diciembre comenzaba otro y la semana que viene haré un ensayo general con los autobuses lanzadera que nos han traído desde Madrid (MUCHÍSIMAS GRACIAS) y que nos llevan direct@s desde el pueblo hasta Valencia ciudad. Ojalá pueda hacer este curso. Cruzo los dedos. Los días laborables en hora punta las lanzaderas van hasta la bandera y hay una cola de hasta diez minutos. La hora de comienzo de las clases no es hora punta, pero la de salida sí, así que ya veremos.
Lo que antes se hacía en un momento, ahora es una carrera de fondo. Todo es más lento. Cuesta más. Requiere más tiempo.
Cuando te encuentras con alguien lo primero que hace es contarte dónde estaba la tarde-noche en que pasó todo. Yo también lo cuento a l@s demás. Estaba en casa. Era martes y tenía clase pero no fui porque mi compañera de vida sigue las predicciones metereológicas día a día y sabía que iban a venir lluvias torrenciales, así que avisé y me quedé en casa. Menos mal porque si hubiera ido el agua me hubiera pillado en el metro volviendo y no hubiera podido llegar a casa. Pero en mi caso todo salió bien. Otr@s no tuvieron tanta suerte.
Haber perdido el coche no se ve como una desgracia. Se ve como lo normal y es muy común que alguien te diga: "Mi hermana vive en Picanya, no le ha pasado nada porque vive en piso, sólo el coche..." y la otra persona suele decir: "Menos mal". Y ahí acaba todo.
Todo el mundo ha ido a ayudar a un amigo, amiga, familiar o desconocido a quitar barro. Todo el mundo ha compartido vía redes sociales peticiones de ayuda. Todo el mundo ha tardado al menos dos horas en coche para llegar a Valencia, un trayecto que en circunstancias normales cuesta quince minutos. Y todo el mundo sabemos que el camino de recuperación y vuelta a la normalidad será largo.
Esta mañana me decía una amiga de Paiporta a quien se le ha inundado la parte de abajo de su casa y también ha perdido el coche:" Es que no se puede ni salir a pasear para despejar un poco la mente" porque el paseo lo único que hace es recordarte lo que ha pasado, cómo ha pasado, por dónde ha ido el agua, qué falta, qué ya no está, quién ya no está...
Recuerdo que las veces que fui al centro penitenciario de Picassent a dar talleres de poesía, mi sensación era que la cárcel es un lugar perfectamente diseñado para que en ningún momento se te olvide dónde estás. Pues eso ha pasado con esta barrancada: si alguien sobrenatural la diseñó, lo hizo para que en ningún momento podamos olvidar lo que ha pasado.
Y aún así, no perdemos la esperanza ni el humor. Porque no vale la pena perder la esperanza ni el humor. Si perdemos eso ¿qué nos queda? Sólo barro.
En el pueblo se ven continuamente coches, furgonetas, todoterrenos y camiones de ayuda humanitaria. Vienen del mundo entero. El otro día estaba con la perrita y vi pasar una camioneta de ayuda humanitaria de Ukrania. Por unos momentos, décimas de segundo, pensé que éramos nosotr@s los que les mandábamos ayuda, pero después caí en la cuenta de que eran ell@s l@s que habían venido a ayudarnos ¡ELL@S! que están en medio de una guerra. Ell@s vienen a ayudarnos ¿cómo no emocionarse? ¿Cómo no volver a casa con el corazón encogido pero rebosante de agradecimiento?
Y me quedo con eso y con más.
Todo ésto me ha pillado en medio de una búsqueda personal y quién sabe si en lugar de entorpecer mi búsqueda no será un acicate para encontrar la sensación que perdí cuando se me vino abajo un castillo personal.
Quién sabe.
Lo único de lo que estoy segura es que mi pueblo y yo durante mucho tiempo, cada vez que oigamos llover, tendremos miedo.
***
Texto: Cris Carrasco García
Imágenes: Cris Carrasco García
Foto 1: El barranco días después de desbordarse a su paso por detrás de casa.
Foto 2: Última foto que hice desde un vagón del metro volviendo de clase.
Foto 3: Nota de agradecimiento que dejé en el capot de un coche de voluntari@s de la
Ertzaintza.
domingo, 13 de octubre de 2024
Una trilogía, una serie y curso de mujeres filósofas
Pues en el otoño ha llegado una saga de tres libros que me están encantando:
- Hijas de una nueva era.
-Tiempo de mujeres.
-Las cuatro amigas.
La autora es la alemana Carmen Korn y los tres libros cuentan la vida de un grupo de cuatro amigas a lo largo del siglo XX. El primer libro comienza en 1919, recién terminada la primera guerra mundial , el segundo comienza en 1948 y el tercero en 1970 y la amistad de las cuatro amigas de los dos primeros libros continúa con sus hijas. Los tres libros se desarrollan en Hamburgo, que, según lo que cuenta la autora y las fotografías que he buscado, debe de ser una ciudad preciosa. A lo largo de las tres novelas asistimos a los grandes acontecimientos políticos y económicos que se dieron en el siglo pasado y veremos cómo éstos afectan a las vidas de estas cuatro mujeres y sus familias.
Cuando me recomendaron la trilogía tuve ciertas dudas ya que los bestsellers no suelen gustarme, pero como la persona que me aconsejaba merece toda mi confianza, decidí hacerle caso y la verdad es que estoy encantada. Como he dicho antes, son los libros que esperaba para el verano pero han llegado en otoño ¡bienvenidos sean!
Por otro lado, acabo de terminar una serie que también me ha encantado: MOM. Tiene la friolera de ocho temporadas pero los capítulos duran unos veinte minutos, por lo que no se hace pesado. Recomiendo que se comience por la segunda temporada, ya que la primera no está mal, pero comparada con las siguientes es la más flojita. Cuenta las peripecias de un grupo de mujeres que deben ir a las reuniones de alcohólic@s anónim@s ya que todas arrastran largos historiales de diversas adicciones. A pesar de tratar problemas sociales duros, en la serie se presentan situaciones muy cómicas que en más de una ocasión me han sacado un carcajada (y eso no es nada fácil en mí).
Bueno, pues como véis, septiembre y lo que llevamos de octubre ha sido y está siendo muy productivo en cuanto a lecturas, series y películas.
También comencé el curso universitario del que hablé en la anterior entrada y me ha encantado. La primera mujer filósofa que hemos conocido ha sido Aspasia de Mileto, que fue contemporánea de Sócrates y estaba dentro de las llamadas Hetairas, que eran mujeres que en la antigua Grecia tenían una mentalidad mucho más liberal que la mayoría de sus contemporáne@s, eran muy cultas, manejaban con gran destreza el arte del debate y los hombres cultos las buscaban para instruirse y aprender de ellas.
Si buscamos el término hetaira en Google, nos dirá que eran cortesanas cultas y en una segunda acepción, las calificarán como prostitutas.... y vamos a lo de siempre... ellas eran más liberales que otras mujeres de su época también en el terreno sexual y en el de relacionarse con los hombres, pero no eran prostitutas. ¡Uff, siempre el estigma! ¡qué cansancio!
Bueno, pues ya me voy.
Os dejo con estas recomendaciones y que estéis bien.
***
Texto: Cris Carrasco García
Imágenes: Portadas de los tres libros. Fotografía oficial de Mom y dibujo de Aspasia de Mileto. Todas tomadas de Internet.
miércoles, 2 de octubre de 2024
Universitaria a los 50...
Cuando Amore y yo entramos por la puerta con gesto dubitativo, un grupo de chicas y chicos de unos veinte años, salía.
Al vernos mirar hacia todos los lados, uno de los chicos se acerca y nos dice: "Es al lado, ésto es la universidad".
Le dimos las gracias y fuimos al lado creyendo que allí estaban las dependencias para estudiantes mayores de 50 años, pero ¿con qué nos encontramos? Con un centro de mayores que nada tenía que ver con la universidad...
Me pregunto si a los veinte años yo veía a la gente de cincuenta como para creer que buscan un centro de la tercera edad ...
***
Pd1: Por cierto, el cuso es de mujeres filósofas y estoy deseando empezar porque cuando tenía veinte fui a una facultad donde me hablaron de muuuuuuchos filósofos pero de ninguna filósofa y hay que conocerlas para reconocerlas.
Pd2: Hablando de edades y comienzos de nuevos caminos una vez se ha tocado el cinco, el seis, el siete y sucesivos, el otro día vi una comedia que me encantó: El club de los martes. Aunque es una comedia, es un humor con miga y mar de fondo.
lunes, 2 de septiembre de 2024
Año nuevo
Ayer fue el día de año nuevo porque para mí y sé que para otras muchas personas, el año comienza en septiembre. Y como cada septiembre, tengo una sensación de deseo de comienzo y a la vez de nostalgia por el verano que comienza a evaporarse.
¿Cómo ha ido este tiempo sin pasar por aquí? Pues muy bien, pero me despedí en la última entrada diciendo que volvería con un libro del verano y no es así. Porque no he leído ningún libro. Podría decir que me lo impidieron el Tour de Francia, los juegos olímpicos o la ola de calor de dieciocho días que sufrimos mientras estábamos en Italia. Y sería parte de verdad. Pero la verdad completa es que ningún libro que ha caído en mis manos me ha resultado tan interesante como para llegar hasta el final. Y no hay otra excusa.
Por otra parte, en Instagram he participado en dos retos fotográficos que me han encantado. En julio comencé el primero y me entusiasmé y como sabéis que una es intensa, pues me entusiasmé tanto que en agosto me apunté al segundo. Cada día una foto sobre un tema que sólo sabes a a partir de las doce de la noche... Cuando lo empecé no tenía ni idea de lo que me iba a enseñar ese desafío que en apariencia es tan trivial, pero a medida que iban pasando los días iba descubriendo cosas en mí y en la fotografía a la vez que conocía a mujeres encantadoras. Ha sido, sin duda, mi mayor goce de este verano. Sobre todo, me ha permitido darme cuenta de que todavía soy capaz de terminar proyectos que comienzo, algo en lo que últimamente había fallado.
Y por primera vez en unos años, me he sentido libre porque la ocupación que tantas horas me abarcaba en otro tiempo ya no está y me he podido dedicar a este hiperfoco en el que se está convirtiendo la fotografía.
Todo ello sin olvidar que tengo muchas ganas de volver a pintar mandalas y de ver qué hago con todos los poemas que tengo escritos por ahí ¿haré una autopublicación o varias? No lo sé y tampoco me presiono. No va conmigo eso de estar siempre en movimiento, de hacer cosas, de no parar, de tener muchos proyectos, de salir de la zona de confort (¡ qué poco me gusta esa frasecita que a fuerza de repetirla todo el mundo se ha vaciado de significado!). La madeja se irá desenredando poco a poco y a su tiempo.
Mi patria en mis zapatos,
aunque llevo una bota
y me queda grande
porque no es mía.
Pero tu bota en mi pie
es la razón perfecta
para mi risa.
***
Texto: Cris Carrasco García
Imagen: Cris Carrasco García
Primer verso del poema tomado de la canción:
Mi patria en mis zapatos de El último de la fila
viernes, 28 de junio de 2024
Feliz verano ,Los Bridgerton y ¿libro para las vacaciones?
martes, 18 de junio de 2024
Recalculando...
Te sacudió un terremoto de risa
cuando me viste ordenarlos
primero por tamaño
y después por colores
con desespero febril
¿Pero qué haces?
Callé.
No te dije
que las fotografías muestran seres
durmiendo en las ruinas
de la historia
muertos
de hambre y de tristeza.
No te dije
que alineo tarros de mermelada
cuando tengo miedo.
Este poema lo escribí hace once años y fue muy intuitivo lo de alinear tarros de mermelada. Con el tiempo he sabido por qué alineo, por qué me encanta ordenar los objetos por colores o tamaños poniendo en ello toda mi atención, por qué al ir por la calle voy sumando las matrículas de los coches hasta reducirlas a un solo dígito, por qué me gusta que en los platos haya poca comida o por qué me encantan los guisos que solo tienen dos ingredientes. Todo ello entre otras muchas "rarezas".
La vida me ha dado respuestas y yo he abierto los brazos para acogerlas. En un principio con algo de miedo e incredulidad y después con aceptación y hasta con orgullo.
Lo que antes eran enigmas indescifrables de mi extrafalaria personalidad se fueron volviendo piedras rosetta que conformaron una identidad y un nombre .
Cuando tengo miedo ordeno, clasifico, me balanceo y disocio. El mundo para mí es incómodo, demasiado ruidoso y con demasiados desafíos. El mundo me ansia y me angustia, me siento torpe ante él y me invita constantemente a la evasión.
Pero en el mundo, en este mundo, también viven la poesía, la música, seres a los que amo, el terciopelo, el té, las palabras que ordenadas forman libros, las amigas con las que me río tanto, los sombreros, el cine, Sheldon Cooper, los vestidos nuevos con la etiqueta cortada
y los zapatos viejos que no rozan.
Los zapatos viejos, siempre.
***
Texto: Cris Carrasco García
Imagen: Cris Carrasco García
miércoles, 8 de mayo de 2024
Escribo transitando el azul turquesa
Escribo transitando el azul turquesa.
Otra vez buscando la tribu y el aroma
de sus abrazos.
Soy Mujer rastreando lugares
para habitar la medianera de la vida
más allá de los frágiles encajes
de las telarañas.
****
(Cris Carrasco García)
Imagen: Cris Carrasco García
miércoles, 28 de febrero de 2024
Libro Lecciones de química
Acabo de terminar esta novela: Lecciones de química, de Bonnie Garmus y me ha encantado.
Dentro de su frescura y sentido del humor, no deja de ser una novela reivindicativa y en algunos momentos dura con la evidencia de lo que ha sido la vida de muchas mujeres científicas.
El libro está ambientado a finales de la década de los cincuenta y principios de los 60 en Estados Unidos, pero cuando lo terminas, te preguntas ¿realmente ha avanzado tanto como creemos la situación de las mujeres en la ciencia y en la sociedad?
Desgraciadamente, creo que no.
Recomiendo esta lectura por su originalidad, su, como he dicho antes, sentido del humor, sus lecciones de cocina de la mano de la química y su confrontación cargada de sabiduría entre la ciencia y la religión.
Hacedme caso, si yo que soy de letras purísimas, he disfrutado de las lecciones de química ¿no lo vais a hacer vosotr@s?
***
Texto: Cris Carrasco
Imagen: Portada del libro.
martes, 13 de febrero de 2024
Esos días...
Ayer fue uno de esos días. Justo ayer.
Esos en que parece que la humanidad entera se ha confabulado para enervarte de tal manera que cuando llega la noche sólo quieres estar en el sofá con los cascos canceladores de ruido y no saber nada, pero nada, pero nada de nada del mundanal ruido. No quieres siquiera escuchar una voz humana.
Justo ayer.
Día con hormonas revueltas y personal que no colabora.
Mujer experta en menopausia que te dice que a partir de ahora será imprescindible hacer ejercicios de fuerza (fuerz... ¿qué? Anda ya). Yo con mi tai chi, mis caminatas y mis estiramientos tengo más que suficiente. Estudiante con cuatro temas de retraso y coordinadora que te obliga a hacerle un plan de recuperación (¿pero la estudiante no es una persona adulta? ¿No elegió estudiar ésto libremente? ...) y además la estudiante es una persona grosera y maleducada... Mi pelo que está tan rebelde como mis hormonas y hace mucho viento. Ideal para sacar a pasear la rosácea.
Hasta ahí, todo más o menos bien.
Sí, más o menos bien.
Le escribo a la señora experta en menopausia diciéndole que no pienso hacer ejercicios de esos porque para mí imprescindible, lo que se dice imprescindible es comer, beber agua e ir al baño. Todo lo demás puede entrar en la categoría de ya lo haré mañana, si tengo ganas. Además, no soy una mula de carga y para más inri, quisiera yo saber qué intereses económicos ocultos hay para considerar imprescindibles unos ejercicios que hasta hace muy poco eran prescindibles. Me responde que ella está de acuerdo conmigo pero que como estos ejercicios son tendencia, tiene que apoyarlos.... cierro los ojos, los abro, los vuelvo a cerrar... como es tendencia tiene que apoyarlos aunque piense como yo... que se pare el mundo porque me bajo en la próxima.
Y así va rodando el día ventoso, sin lluvia, con sequía, con humanoides gritando, coordinadoras exigiendo, estudiantes diciendo que son libres de llevar el temario a su ritmo... una jornada muy rodada.
Llega la noche y me pongo a ver Operación Triunfo (sí, veo Operación Triunfo después de haber seguido sólo la primera edición. Dos humanoides llamados amigo y amiga se confabularon. Presento mis desexcusas porque no creo que tenga que pedir disculpas a nadie por ello). Mi amigo no me hace caso en el whatsapp. Su otro grupo de coleguis le tiene más entretenido, por lo visto. Mi amiga me escribe una parrafada digna de mandarla a aquel lugar pero no puedo hacerlo. Es mi amiga.
Lo único bueno del día llega cuando alborea la madrugada: Ruslana, mi niña rebelde, es salvada por el público y está en la final.
Me gusta Ruslana porque es rebelde y por eso le han dado por todas partes durante el concurso.
Yo también lo soy y por eso cualquier día me descabezarán.
Sí, me descabezarán, pero sin haber hecho ejercicios de fuerza porque son tendencia y con los cascos canceladores de ruido en las orejas para dejar de oir las tonterías humanoides.
¡Ánimo mi niña Ruslana, que de las rebeldes es el reino del infierno... y de los cielos!
***
Texto: Cris Carrasco García
Imagen: Cris Carrasco García
viernes, 9 de febrero de 2024
Algunos cortos y dos pelis con nominaciones a los Goya
Como ya sabéis, me encantan los Goya. Además de la gala (bueno, reconozco que a veces es un tanto pesada, pero debe de ser muy difícil crear una gala que guste a todo el mundo y sea corta pero a la vez con un montón de nominaciones así como que l@s premiad@s, en su euforia no se exalten y den las gracias hasta a la vecina que les dejó el canario para rodar la película), me parece que son una ventana abierta para mostrar el buen cine que se hace cada año en España.
Lo que no me gusta, y nunca leo, son las críticas del día siguiente. Ni las positivas ni las negativas. Me quedo con mi opinión y la comparto en privado con mis amigas cinéfilas.
Bueno, y esta semana, por recomendación de una de estas amigas cinéfilas, he visto algunos cortos con nominaciones y realmente me ha encantado esta experiencia. Es realmente admirable la gran capacidad de síntesis e inteligencia para en un cuarto de hora, incluso menos a veces, o media hora como máximo, plasmar las emociones y en muchos casos la poesía o el humor satírico que se concentra en ellos.
Dejo aquí una breve reseña de cada uno de los que he visto:
París 70: Madre mía, cómo puede una emocionarse tanto en sólo un cuarto de hora.
La loca y el feminista: Un corto con una aguda crítica social muy realista.
Cata a mi madre para mi hijo: Ufff, poético, onírico, a algunas personas puede resultarle peculiar, pero impecablemente bello y evocador con una Ángela Molina magnífica y un poema que va derivando en canción llena de sentimiento.
Cuentas divinas: Un corto lleno de humor negro e ironía que seguro hace sonreír o incluso reír al espectador o espectadora con un final inesperado.
Y ahora dos películas. Una la he visto y la otra las amigas cinéfilas me la han recomendado encarecidamente:
La ternura: Mucha magia y mucho humor del que realmente hace reír. Un film peculiar que dentro del humor no deja de tener su mensaje.
Chinas: Esta es la peli que me han dicho mis amigas cinéfilas que no me puedo perder. No he podido verla hasta hoy, así que muy probablemente esta tarde de viernes será una tarde de cine (palomitas no porque nunca como ni bebo mientras veo películas. Me roba concentración). Me han dicho que este film ayuda a comprender a la comunidad china residente en España.
Espero haber contribuido, con estas recomendaciones, a haceros pasar alguna tarde de bellas emociones no exentas, en algunos casos, de humor.
miércoles, 24 de enero de 2024
Una vida no tan simple
martes, 21 de noviembre de 2023
Las hermanas enfadadas