¿ Cómo se puede ser mujer, feminista, budista, lesbiana, de izquierdas, poetisa… y no morir en el intento?
¿ Cómo puede
Teresa Forcades ser monja de clausura, feminista, médica, estar a favor de la
homosexualidad, de la eutanasia, desde el convento gritar por una huelga
general indefinida… y no morir un poco en cada intento?
Y todas esta
reflexión viene con el nuevo Papa, ya conocido por tod@s como el Papa Paco ( y
en el sur, el Papa Curro). Como soy tantas cosas, estoy recibiendo en mi muro
un poco de todo: los budistas mantienen la paz,
la serenidad y la solidaridad, oran, a su manera, para que el nuevo Papa
lo haga lo mejor que sepa y pueda. L@s compis poetas, zurd@s
radicales, cuelgan fotografías del Papa Paco con Videla y “destapan” su
sospechoso pasado de la mano de la dictadura argentina. Las feministas gritan
por una mayor presencia de la mujer en la iglesia, y dicen que no necesitan un
Papa hombre y homófobo. Porque esa es otra, el nuevo Papa, cómo no,
también es homófobo ( se enfrentó como un león a Cristina Fernández de Kichner
cuando ésta propuso la aceptación en Argentina del matrimonio homosexual), y
por tanto , los colectivos de gays y lesbianas también se han puesto ya en pie
de guerra contra él.
Ayer, cuando lo
vi en el balcón, me pareció cercano, quizá por la sangre latina. Además, cuando
habla italiano lo entiendo perfectamente,
quizá porque subyace el castellano, o porque el nivel de su italiano es parecido al mío. Me acordé,
nada más verlo de Juan Pablo I, sí, aquel que…. duró poco. Y entonces, sin saber
lo que esta mañana he sabido y con la simpatía que despiertan en mí los
franciscanos ( ha elegido este nombre por S.Francisco) he de confesar que en
ese momento, me cayó bastante bien.
Pero ahora viene
la sospecha, los bebés y desaparecidos,
las madres de la Plaza
de Mayo…. y me debato.
Como mujer y
feminista, me gustaría más relevancia de las mujeres en la iglesia.
No me gusta que
me discriminen por lesbiana.
Como budista, sé
que no se debe juzgar. A nadie. Por muchos males que haya hecho. Pero es tan
difícil… además el silencio, muchas veces se convierte en complicidad.
Esta es mi duda.
Mis dudas. Porque soy espiritual y budista. Porque me gusta mirarlo todo desde
un prisma de solidaridad y hermanamiento. Pero ¿ Cómo hacer una combinación
perfecta y no morir un poco en cada
intento?
Cuando el Dalai
Lama abandone su cuerpo y encuentren a su sucesor, ( que a mí me encantaría que
fuera sucesora), sólo aparecerán escuetas reseñas en los periódicos. Nadie hará
apuestas. Las televisiones no interrumpirán su programación para anunciar que
habemus Dalai Lama. Mejor así, algo humilde, sencillo, pequeño. Desde esos tres
adjetivos todo me parece un poco más fácil.