jueves, 11 de julio de 2013

Un poema de Carilda Oliver


-Versos para Ana--

Yo no tengo tu modo de mirar la niebla
ni tu ademán dispuesto en flor sobre la falda:
a mí me duelen las mariposas muertas
y los atardeceres con familia morada.

Pero tú, que eres triste como para apoyarte,
como para ser pura debajo de un manzano,
tú sin embargo, sabes
consolar a  los pobres con la palabra sábado.

¿De dónde sacas ese retrato del azúcar;
ese conjunto tibio de sencillez en fiesta?

¡Ah, mujer sostenida por un color a música
con qué cuidado hicieron tus manos entreabiertas!