LLega ayer por la mañana mi chica : "¡ Cari, mira qué buena la programación de tardor del Auditori, hay ballet, ópera, hacen la obra "Sofocos" y tachán tachán....¡ La Plaza del Diamante!"... creo que esto último lo recalcó para que no hiciera mucho caso del ballet, porque a mí me apasiona pero a ella le cura el insomnio.
Corriendo busco la manera de comprar las entradas para ver a la Colometa y, claro, hay que dar el número de la tarjeta... entonces recuerdo que el año pasado, más o menos, en el banco me hicieron una tarjeta de esas prepago que hasta ahora yacía en el cajón de los olvidos. Busco el pin para ir a cargarla y me encuentro con cuatro posibles y perdidos pins... vamos a cargar la tarjeta y acaba bloqueada porque no es ninguno de esos números.
Esta mañana voy al banco y le cuento la historia al chico de la caja. Me da el pin. Por fortuna me conoce y sabe de mi torpeza con todo lo que tenga que ver con el dinero y los bancos...
Vuelvo a casa y me dispongo ¡ ahora sí! a comprar las entradas.
Entro en la página. Me piden localizadores y cosas que no sé. Salgo de la página. Vuelvo a entrar. Lo mismo. Vuelvo a salir ya con cierto cabreíllo...mi chica me dice que le dé a un cartelito que pone "finalizar", clico y se abre un mundo donde me piden números de tarjeta, nombres, direcciones de correos, códigos postales...más que comprando unas entradas parece que estoy haciendo un informe para la NASA. Al final, le doy al botón "confirmar". Entonces me sale un cartelito: " no ha seleccionado de qué manera desea recoger sus entradas". Vuelvo a mirar la hoja del interrogatorio ( la de la NASA) y en ningún momento se me pregunta lo que el cartelito dice que no he respondido. Miro otra vez. Nada. Otra. Nada. Deletreo cada palabra. Nada. Salgo de la página ya cuestionándome si ir al teatro o no... pero cuando me pongo cabezota me pongo.
Dudo de si se han cobrado las entradas y se me ocurre ir a la página donde está el plano para elegir las butacas y las que había supuestamente reservado aparecen como "ocupadas", entonces...¿ se han cobrado las entradas? Espero el correo electrónico de confirmación. No llega.
Entre tanto, como.
Después de comer vuelvo a entrar. Ahora en el plano sale que las butacas están disponibles. Bien, eso quiere decir que no se las han cobrado.
Vuelvo a repetir la operación y después de alguna vuelta de peonza más, ¡compro las entradas!.
Me llega el correo con ellas en PDF... cuando las abro sale la fotografía de la obra y el número de referencia pero la hora, la fecha y el lugar no se ven...
¡Anda que como luego no me guste la obra...!
( Cristina Carrasco)
Imagen: Agustina Guerrero ( si podéis, id a buscarla, es genial en su Diario de una volátil y en Mamma mía) .¡ Me río tanto con sus tiras cómicas! y lo mejor es que al leerlas siento que de lo que me río en realidad es de mis propias neuras.