Imagen: Irene Owens
Reducir las complicaciones.
Reciclar lo que quedó añejo.
Regalar.
Envolver lo sencillo en la sencillez.
Contar los pares de zapatos
con invierno, verano, zapatillas... demasiados.
Menos ropa.
Caminar.
Comprar lo imprescindible
y hacer inventario cada día
de las pocas necesidades verdaderas.
Ya no cuento el amor que me ofrecen
sino el que doy.
( Cristina Carrasco)