Octubre, un mes muy especial para mí porque es otoño, una de mis estaciones favoritas, porque nací en este mes y porque... porque sí, porque si lo pensamos bien, cada día, cada época del año, tiene su belleza.
En cuanto a lecturas, octubre comenzó con Jane Austen. Y es que quiero leer algunas novelas de esta escritora, así que como en septiembre había leído Sentido y Sensibilidad, este mes me he decidido por Mansfield Park.
Secuencia de la película Mansfield Park extraída de Internet. |
No es la obra de esta autora que mejores críticas tiene pero bajo mi criterio ( modesto donde los haya), he de decir que me ha gustado mucho el tratamiento de los personajes y la personalidad de Fanny Price, que, como es sabido, se acentúa hacia la segunda parte de la novela. Lo que me ha desagradado un poco es el punto moralizante de la obra, pero, bueno, nada es perfecto. He disfrutado leyendo la novela y seguiré conociendo a Jane Austen, que, se me está apareciendo como una escritora maravillosa y estoy comprendiendo por qué sus obras resultan tan actuales ( salvando algunas distancias, por supuesto) después de doscientos años.
Margaret Atwood venía persiguiendo mi motivación lectora también desde el mes pasado y saqué de la biblioteca su novela El asesino ciego, pero os hablaré de ella el mes que viene porque cuando llevaba leídas varias páginas se me presentó como un aparición un libro inesperado que me ha robado vista, tiempo y lágrimas. Una novela especial, valiente, inteligente, muy bien escrita, triste, fuerte, sensible y tierna.
Portada de Patria, extraída de Internet |
Esta novela se titula Patria y su autor es Fernando Aramburu, que analiza desde un pequeño pueblo guipuzcoano y a partir de la vida de dos familias desde la época de los GAL hasta el último alto el fuego de ETA en 2012 el complicado conflicto vasco. A mi modo de ver no falta nadie: víctimas, verdugos, fuerzas de seguridad,gobiernos que no cuentan toda la verdad, puestas en escena, presos... todo ello narrado en un lenguaje coloquial en el que da la impresión que el autor te cuenta la historia mientras estás sentada junto a él en cualquier cafetería.
Hoy he terminado de leerla y he llorado mucho; pero ha sido ese llanto envuelto en ternura y deseo de comprensión. Mi deseo es comprenderl@s a tod@s, reflexionar, analizar y saber. Porque saber lleva a entender y entender despierta la compasión tanto hacia un@s como hacia otr@s.
Como podéis apreciar, ha sido un mes de contrastes literarios, pero quizá por ello, repleto de descubrimientos y belleza.