viernes, 26 de enero de 2018

Nunca me defendí de tus críticas

Nunca me defendí de tus críticas
ni de tus burlas veladas.
Cuando sacabas tu cola de pavo real
yo miraba para otro lado
y me creíste cobarde
o tonta
o tonta cobarde.
Pero siempre supe
que con un leve deseo
hubiera alzado dos mínimos dedos
de mi mano izquierda
y te hubiera convertido en cerilla usada.
Nunca lo hice y dejé crecer la hierba
que pisabas.
Quizá es a eso a lo que llaman pacifismo
o quizá es que nadie tiene culpa.
Tampoco tú.

( Cris Carrasco García)


Imagen: Tina Spratt