y es una ofrenda para el altar.
La acera me agradece que la limpie,
el jazmín me agradece
que todavía lo crea útil
y el Buda sonríe
ante el perfume de la flor.
¡Cuántas cosas ocurren
con sólo recoger un jazmín perdido!
( Cris Carrasco García)
Imagen: desconozco su autor o autora.