Querida hermana:
Creíamos que estábamos a salvo porque nos creíamos ricos y teníamos antibióticos. Creíamos que esas cosas eran de tiempos pasados o de países pobres.
Y de repente, llega.
Y aquellas epidemias de peste que leíamos en las novelas de la edad media o epidemias de tifus y gripes españolas que nos contaban nuestros abuelos y abuelas... uf, la peste eso tan antiguo... va y nos llega.
Y en un principio nos negamos ¿cómo va a ser eso? Noooo, aquí no va a llegar... Pero ha llegado. Y nos ha pillado desprevenidos porque nos creíamos ricos y teníamos vacunas y antibióticos... Y no nos valen las vacunas y los antibióticos. No nos valen.
Así que todos en casa viendo desde las ventanas el vuelo de las gaviotas, la llegada de los jabalíes a las ciudades y los cisnes a los canales de Venezia.
Tenemos miedo. Lo que decíamos que era una simple gripe ahora nos da miedo. Y nos da miedo el desfile de coches fúnebres porque vivimos de espaldas a la muerte. Porque vivimos de espaldas a la enfermedad. Porque nos hemos creído ricos y a salvo. Porque hemos creído desde hace demasiado tiempo que dominábamos la vida.
Y ahora la vida sale a nuestro encuentro y demuestra quién es la dueña y señora.
Y en la vida hay enfermedad y muerte. Dolor y miedo.
Y cantos de pájaros que vuelan libres. Y niños que pintan arco iris donde escriben : "Todo va a salir bien" y los cuelgan en las ventanas. Y vecinos que por primer vez en su vida se saludan y se preguntan ¿cómo estás?
La vida no nos pertenece. Nosotros y nosotras pertenecemos a la vida.
Que los gorriones libres lleven hasta ti mi abrazo.
***
Texto: Cris Carrasco
Imagen: Cris Carrasco