jueves, 17 de marzo de 2022

Dos poemas de Svetlana Aleixievich (poetisa ucraniana , premio Nobel de literatura)

 N. York

Nueva York, los edificios crecen
bajo la sombra de otros edificios.
La ciudad es una espiral
no duerme, dicen, somnolientas
sombras del atardecer y más.
La noche ya nos devuelve su cara
y le sonrío a esta virgen puta santa.
Con su velo de diosa cae el alba,
los escalones fríos que llevan sus tacos
y la veo correr en el Central Park,
loca, le digo, no dejes tu cintura
al viento, boca abajo sopla,
arriba el techo vuela estrellas,
un, dos, tres, cuatro pasos resuenan,
los días que no vuelven, vuelan,
la ciudad cruza la acera, un helado,
el frío no inmoviliza las palabras,
la ciudad es de risa, un cuerpo
inmóvil de cera, abrázame,
en el violeta la pared devora el graffiti.
Es el turno, la hora sin emergencia,
no me pidas un epitafio,
ahora quiero bailar.


Imagen: Bansky Art 




La sin par

Tú eres la sin par,
mi folletín del atardecer.
Musa soleada en el rojo espejo.
Te recuerdo en una taberna
y sólo se ve nieve.
Una nube imaginaria
de una catedral que asciende.
Qué esperas ángel para volar,
soy el agua adivinada
en el bautizo de tu mano.
Un búho que arroja sus ojos,
en el pozo de un hilo sin punta,
que crece en la noche del poema.