Aprendemos lecciones
que nos hacen más fuertes,
que nos hacen más bellas.
Transitamos sin brújula
entre cajas de sorpresas
y sueños raros delatores de verdades
que redimen
pero escuecen la mirada.
Tengo tu dolor en mis pezones
porque tu voz me hace gigante
cuando me siento tan pequeña
y tan fácil de pisar.
Y quisiera allanarte los caminos,
envolverte en campañillas donde el abrazo no duela,
susurrarte dulce con el vaho de las hadas
que me renazco viendo
tu pelo crecer.
(Para Luz Casal)