jueves, 27 de marzo de 2008

EL CARMEN



Parece que el reloj se ha parado hace ya tiempo
que las saetas no avanzan en la esfera
cuando los rugosos muros cuentan
entre el olor a orín barriobajero
de aquel tiempo en que todos
llevábamos chilaba.
La luz se abre paso a codazos en las calles
y entre lo antiguo y lo sombrío
el camión de las cervezas con su estruendo
grita desafiante
que aquí el tiempo sí pasa.
Libros de lance que huelen a guardado,
a añejo y a amarillo,
en manos de una pija
con Louis Vuiton al hombro.
¡ Guerra no! grita el graffiti
que escribió un diestro muy zurdo
y al leerlo se oye
el clamoroso, profundo y desobediente
rugido de un timbal
en manos de un okupa.
Cae la noche y el adoquinado
se sienta junto al rocío
en la acera que no existe
y el uno con el otro ríen, cotillas,
murmuran , como comadres rancias
del extravagante punk, del melenudo heavy,
del convencido burgués, del hippie-pijo, del anarko-yuppie...
todos, todos juntos en un barrio:
El Carmen
"Carnaval todo el año".
Fotografía: Bárbara