Cuando yo era una universitaria, allá por la década de los noventa creía que eso del machismo era una cosa desfasada y las feministas unas tipas ancladas en el pasado . ¡ Las vueltas que da la vida! hay cosas tan metidas en la cultura que ni siquiera nos damos cuenta que tienen un ramalazo machista, por ejemplo, yo me enteré unos años después de ser niversitaria , que yo estaba muy próxima a ser una mujer maltratada, porque la persona que entonces era mi pareja tenía comportamientos que podían ser considerados incluso aceptables dentro de nuestra sociedad. Y a partir de entonces me convertí en feminista, y lo vuelvo a decir ¡ las vueltas que da la vida!.
Así que estas dos últimas semanas no me han sido nada fáciles porque, como todos y todas las demás he tenido que oír y ver por distintos medios de comunicación todo el aluvión de críticas al nuevo gobierno de Zapatero por el simple hecho de que en él hay muchas mujeres. ¿ Por qué nadie ha dicho nunca nada cuando en el gobierno sólo figuraban hombres? Hasta Berlusconi se ha permitido el lujo de criticar .
¿ Por qué una ministra no puede estar embarazada ? ¿por qué esa avalancha de bromas hacia su barriga y su decisión de no disfrutar de la baja maternal y dejar que ésta la disfrute su marido?.
Este país me ha decepcionado enormemente estas últimas semanas unos haciendo críticas retrógradas y otros consintiéndolas.
Cuando la mujer sale a la calle a pedir derechos o condenar los malos tratos es vista con una aparente solidaridad que se esfuma cuando sus reivindicaciones llegan a materializarse , cuando va alcanzando cuotas de poder o va dejando atrás clichés, entonces vuelven a salir a la luz pensamientos anquilosados en la cultura más primitiva y retrógrada.
Muchos de los que hoy critican el gobierno de Zapatero se permiten el lujo de condenar los malos tratos porque quizá este hecho oculta esa "solidaridad" con la pobrecita desgraciada que ha soportado en silencio las palizas y las degradaciones, pero cuando las mujeres dejan de ser pobrecitas desgraciadas y llegan a puestos de responsabilidad u oficios desempeñados tradicionalmente por hombres, vuelven las críticas y el sarcasmo disfrazado de humor machista .... ¡ cuánto camino nos queda por andar!