viernes, 11 de abril de 2008

EN LA VIDA NO SE LLEGA A NADA, SE CAMINA NOMÁS


Esta frase me la repito una y otra vez cuando pienso en Jose Luis, ¿ que quién es Jose Luis? alguien entrañable y sensible que después de tenerlo todo tiene que volver a comenzar.

Jose Luis es un poeta, un gran poeta al que el año pasado , después de perseguirlo durante varios años, le dieron el premio de poesía Cáceres patrimonio de la humanidad y ello significaba que su poemario sería publicado por la editorial Visor. Para los profanos y profanas en la materia os diré que publicar en Visor es... como para un corredor de fondo ganar la maratón de NY, o para un político llegar a presidente del gobierno. Pues eso consiguió Jose Luis. Pero además, era un hombre de cuarenta y pocos años, con una pareja estable y un trabajo de profesor de instituto que le gustaba. Pero en mayo Jose Luis tuvo un accidente cerebral.

sobrevivió pero se le ha quedado paralizada la parte derecha de su cuerpo y tiene muy afectada el habla, aunque evoluciona a pasos agigantados.

Antesdeayer se presentó en la Fnac su poemario publicado por Visor y allí nos dimos cita unos cuantos poetas y poetisas urbanos. Nos emocionamos al verlo y lloramos al oír algunos de sus poemas, que, paradojas de la vida, parecen en muchos casos una premonición, empezando por el título del libro, que es también el título de uno de los poemas : Florecimiento del daño.

Y es cierto. Ese daño que le ha marcado su vida, tiene un florecimiento en su libro, sus poemas , sus amigos, que le aprecian y le valoran más que nunca.

Y yo vuelvo a repetir la frase que leí en una novela de Isabel Allende : en esta vida no se llega a nada, se camina nomás.

Siempre estamos empezando de nuevo. y creo que es bueno empezar. Es la rueda de la vida.


FLORECIMIENTO DEL DAÑO
Porque siembran un daño que florece,
porque propician que el amor renazca,
bendigo a los ladrones del amor
que se soñaba eterno, a salvo;
a los ladrones de mi hastiado amor,
que se prestó al saqueo.
Y les deseo el bien a manos llenas,
un día de mañana venturoso;
y aprendo de la piedra d emi error,
que el tiempo volverá preciosa.
Encontrad, corazones solitarios,
el amor que también os merecéis,
vuestra ocasión de ser felices.
Perdono y me perdonan,
bendigo y me bendicen.
Levanto aquí mi iglesia.
Caiga una bendición sobre esta página.