Me han intentado engañar. Han intentado reducirme la jornada laboral y con ello el sueldo .
Y no lo han hecho de frente, han puesto de nueva coordinadora a una pipiolina de veintitrés años y la han mandado a ella para que me lo diga.
Yo me he negado y les he hecho constar que tengo un contrato indefinido que no se puede modificar y si se hace deben atenerse a las consecuencias.
El enfado de la cabeza pensante de todo ha sido mayúsculo.Según cuentan me ha llamado "inconformista" "guerrera" y va diciendo por ahí que ya se lo había advertido la anterior coordinadora ( mujer que durante mucho tiempo la creí mi amiga) .
En otras palabras, que en la empresa donde trabajo me tienen como guerrera pero aprovechando los malos tiempos quieren hacerme sumisa. NO.
La prepotencia es una enfermedad muy extendida pero vulnerable y les he dado donde les duele: en esa prepotencia. Lo siento, no era mi intención. Yo sólo defiendo con uñas y con dientes lo que es mío, lo que con ocho años de trabajo me he ganado cada fin de semana, cada día de fiesta. Me lo pueden arrebatar, sí, pero indemnizándome por ello.
y no siento que la cabeza pensante de todo ésto me llame guerrera e inconformista. Estoy halagada por ello y mi ego ahora mismo tiene un subidón, porque como leí una vez : " Si nunca te han llamado inconformista, insolente o guerrera, preocúpate".
"La Cris" está en lucha. Y todos saben que "la Cris" es la insignificante gota de agua que acaba erosionando la roca.