Hola a todas y todos. Os saludo este lunes de primavera con lluvia tras mi ventana y una oscuridad de otoño. Parece mentira, pero a pesar del paro, de la lluvia, de la oscuridad, de mi somnolencia matutina de lunes, y de tantas y tantas cosas, la primavera ha venido un año más a visitarnos.
Terminé mi poemario y lo mandé a un concurso donde posiblemente caerá en el rincón del olvido, pero yo lo seguiré intentando. No pierdo la esperanza. El trabajo sigue igual. Igual de mal quiero deci. Se ha convertido para mí en un lugar sombrío donde me siento sola y triste. Pero llega el lunes y vuelvo a renacer. Las opos siguen ahí, esperando y estudiando. El valenciano cuesta, es difícil, pero también está ahí. Igual que la primavera, siempre volviendo, siempre retornando.
Voy a ser tía otra vez dentro de pocos días y ésto me llena de alegría. Me van a publicar el libro de poemitas infantiles escrito en valenciano. Dos buenas noticias. No está mal.
Doy gracias a La Vida, La Diosa, La Pachamama por todo lo que tengo y todos mis proyectos. Y también doy gracias porque ha llegado la primavera.