
En Italia la chica que le arregla los pies a la mamá de Bárbara me lo miró y me dijo que era una verruga. ¡ Saltaron las alarmas! ¿ yo una verruga? ¿ cómo? ¿cuándo? ¿por qué?. Me recomendó ir al médico al volver a España y antes intentar secarla con algo natural, como el Tea Tree, por ejemplo. Y desde entonces estoy así, curando el pie con Tea Tree dos veces al día, pero sin obtener resultados visibles.
El dolor cada vez es mayor y casi ya no puedo realizar una de mis grandes pasiones: caminar al menos una hora diaria. Estos días pasados lo he intentado hacer y he acabado volviéndome a casa a los tres cuartos de hora porque el dolor ya empieza a ser insoportable.
Y hoy hemos tocado techo. Hoy sólo he podido andar media hora y casi arrastrando el pie.
A pesar de tener pánico a los médicos creo que va llegando la hora de ir a visitarlos. También me da miedo que me la quieran quemar con helio porque a varios familiares se lo han hecho y todos dicen que el dolor es insoportable. Aunque ahora también lo es.
He intentado todo ( todo lo que no es ir al médico, claro), desde el mencionado Tea Tree hasta la filosofía budista, pero este dolor se me está apoderando y ya sólo me apetece estar sentada en el sofá con el pie en alto. ¡ Y yo quiero andar! y recorrerme el pueblo de punta a punta en menos de veinte minutos... y me da miedo ir al médico, y, y, y,
y tengo ganas de llorar....
A quien le diga que la culpable de todo este drama es una verruga...
