lunes, 21 de junio de 2010

SE ME CAYÓ TU NOMBRE


Esta es la pequeña y corriente historia de una traición. Ahora que ha pasado el tiempo miro hacia atrás y sólo encuentro este poema y una pequeña cicatriz en el alma. Dolió mucho pero me hice más fuerte y más psíquica . Y de algo estoy orgullosa: en ningún momento me permití dejar de creer en el ser humano.



" Los alacranes brillan a la luz de la luna
y después son , de nuevo, venenosos y oscuros".

Benjamín Prado



SE ME CAYÓ TU NOMBRE


Por un acantilado se me cayó tu nombre
y tus huellas se gravaron en las líneas de mis manos.
Todo el que las mira ve un trazo que es montaña
y un alacrán subiendo a la cima.

Llegaste. Brillaste.

Te ofrecieron tierras hidratadas con lluvias serenas,
te ofrecieron ríos de cristal sincero.
Pero elegiste pozos de diamantes
donde el fulgor no deja ver
a los perros callejeros,
sarnosos y hambrientos.

Y ahora te guardo
en el aullido de un saxofón traicionado.
En el abismo medido con el color de la sangre.
En el tañido de una campana de difunto.