No quiero ser como él. No quiero calzarme pantalones sino disfrutar de mis vestidos. Yo quiero mis valores de mujer, mi maternidad feliz y elegida, mi solidaridad, mis ganas de cuidar, mis manos nunca quietas. Quiero mi cerebro de mujer.
Mi corazón de mujer.
Igual. ¿ Igual a quién?. No quiero ser igual que él.
¿ Por qué tengo que ser igual que tú, hombre? . No soy igual, soy equivalente a ti. No valgo menos.
No quiero que te rías de mi mundo. De mis ganas de volar. De mis sueños extrafalarios.
De mi amor al hilo y las agujas.
Amo las agujas. Admiro a las que tejen. No discrimines mi creatividad. Mi forma de estar en el mundo.
Si planto macetas de geranios en el balcón , no me llames maruja. Contribuyo a la belleza en este mundo. Dejo mi huella en la murciana derramada que se abre paso plantando cara en una ciudad de aire contaminado.
Tengo mi mundo y mis valores. Que a veces son como los tuyos. Que a veces no se parecen en nada.
No soy igual que tú. Déjame expresarme con mi mundo y mis sueños.
Y para tí, mujer, tan diferente a mi pero mujer de pechos en pecho, déjame que te regale hoy, por ser nuestro día, y mañana, por ser la amiga que tuve, la amiga que tengo y la amiga que tendré, esta camelia que ees mi flor favorita porque nace en invierno. Porque es así de valiente.