Creo que un día comprenderé todas las cosas del ser humano que no comprendo,
que los globos de helio que se me escaparon cuando era pequeña,
un día bajarán del cielo y me dirán ¡ estamos aquí y nos quedamos contigo!
que cuando rezo, un Buda de la Compasíón viene solícito a ver qué quiero y una diosa buena
me mira y sonríe,
que los tacones quieren a mis gemelos aunque a veces les hagan contracturas,
que los masajes para curar la contractura de mis gemelos , un día dejarán de dolerme.
De pequeña creía que yo ya era mayor, y ahora creo que todavía soy pequeña.
Creo que un día la impotencia por las injusticias se me volverá acción
y me convertiré en una Pimpinela Escarlata que galopando a lomos de mi caballo blanco
mandaré a una isla desierta a todos los malos y me quedaré con los buenos...
pero es que yo no sé si soy de los malos o de los buenos...
Creo que Ivanhoe pronto volverá de las Cruzadas, se sentará a mi lado
y me contará cómo es la luna de oriente,
me dirá bajito que las guerras de religión no sirven para nada
porque ninguna religión merece una guerra.
Creo que Mafalda es una de mis mejores amigas,
que a Lisa Simpson la hicieron pensando en mí,
que Anne de Green Gables me dicta poemas al oído,
que Josephine March es una feminista.
Y creo, absoluta y sin ningún resquicio de duda
que el chocolate que me como a escondidas, no me engorda.
Cristina Carrasco