A veces hablo de:
Poesía
poemas sin pintalabios
Haiku... o como quieras llamarlo
Reflexiones en el diario
Poetisas
Letras de la pandemia
Algunos relatos breves
haiku con foto en blanco y negro
Caminando la plenipausia
Tanka o como quieras llamarlo
Letras del confinamiento
Libros
Tardes de cine y palomitas
Fotografía
Siete días
Haijines Japonesas ( mujeres japonesas que escriben haiku)
Música
Soy neurodivergente
vídeos
Espiritualidad
Anuncios
Fotógrafas
viernes, 7 de marzo de 2014
La voz que me grita ¡ataca!
La voz que me grita ¡ataca!
es el ego confundiéndome con un perro de presa.
Me sugiere ser la Emily Dickinson del siglo veintiuno
y apartarme,
inyecta miedo entre las curvas de mis letras
y huye.
No sabe que tenemos una cita, que antes o después,
siempre nos encontraremos,
solos, él y yo,
para hablar de los daños por las ventanas abiertas al sol,
de aquellos que voy dejando en el rodar de una noria.
Sí, antes o después,
siempre nos encontraremos,
solos, él y yo,
ante una mesa camilla con mantel de encaje
y una taza de té negro al caramelo.
(Cristina Carrasco)
Imagen: Raquel Díaz Reguera