Imagen: No estoy segura si es de Alberto Tilopa
El mar
dejó madres huérfanas de hijos
cuando la patera no fue cuna.
LLoramos otra vez,
con lágrimas de olas
por los niños
y las manos atadas con esposas.
No nos cansemos nunca
de llorar
una vez más,
ni de escribir, ni de dar la mano
a los ángeles muertos.
( Cristina Carrasco)