Ayer estuve en una reunión con mujeres. Hablamos de lo divino y de lo humano. Más de lo segundo que de lo primero. De poesía, de prosa, de la sociedad, de la vida.. .y volví a casa llena como la manzana de Eva.
Necesito, de vez en cuando, estar entre mujeres y quitarme el corsé, las medias y los adornos. Desnudarme como sólo con algunos seres de mi mismo sexo sé hacerlo. Por eso comprendo tanto esos grupos literarios o sociales, religiosos o laicos que a lo largo de la historia han formado las mujeres (las beguinas, las congregaciones religiosas en apariencia que surgieron en los siglos X u XI de nuestra era en las que tantas mujeres vivían en comunidad...).
Sí, comprendo esa necesidad de estar juntas. Solas. ¿Solas? No. Muy acompañadas.
Y para completar, esta mañana tenía una noticia en Spotify: nueva recopilación de música compuesta por Hildegarda Von Bingen.
( Cris Carrasco García)
Imagen: Delphin Enjolras