Ha pasado una vida
y un eón de resentimientos,
pero ayer te vi entre los naranjos
que anuncian la primavera
y se evaporaron las lágrimas.
Me volví gota de agua.
En un segundo
olvidé las heridas desangradas
y los rasguños sin cicatriz.
A veces, lo que no hacemos en todo un camino
lo logramos casi al final
quizá porque ya es el momento
de convertirnos en flor
como le ha llegado su tiempo al azahar.
(Cris Carrasco García)
Imagen: desconozco su autor/a.
Tomada de Pinterest.