viernes, 19 de agosto de 2011

DOS SABIOS ANCIANOS

Cuando subo una montaña y llego a la cima miro el horizonte y  por un instante me siento pequeña. Un minúsculo grano de arroz en la inmensidad de la naturaleza. Pero sólo un instante. Porque después pienso que esa inmensidad está dentro de mí . Soy parte de la naturaleza y todos mis problemas, mis "piccoli pensieri" se desvanecen por momentos. Porque estoy ahí, sola frente a la inmensidad y no es mi enemiga, es mi compañera.
Y no pasa nada. Y me siento feliz.



Después de subir, de sentirme inmensa , debo bajar al suelo y me llegan tristezas vestidas de recortes y pérdidas de derechos. Se nos hunde esta sociedad y nos aferramos a ella quizá por miedo. Quizá porque no sabemos hacer otra. Pero ésta cuenta sus días de vida. Se acaba. Principio de impermanencia. Nada es para siempre.
Y entre el no saber qué hacer surge la voz anciana de dos sabios que intercambian katas y palabras envueltas en esperanza:
" La política en sí misma no es sucia. Sólo si el político se vuelve sucio la política se vuelve sucia. No se debe limpiar desde la crítica, se debe hacer desde adentro. Si el político desde adentro limpia... la política se volverá honesta, transparente y verdadera".
XIV Dalai Lama.

" El motivo básico de la Resistencia fue la indignación!
Nosotros, los veteranos de los movimientos de resistencia y de las fuerzas de combate de la Francia Libre, llamamos a la generación joven a vivir, transmitir, el legado de la Resistencia y sus ideales. Les decimos: Tomen nuestro lugar, ¡Indígnense!"
Hessel " Indignaos".

Desde la paz, indignémonos. Desde dentro, desde nosotr@s mism@s, limpiemos para que todo brille. Nos lo dicen dos sabios ancianos.