Voy por la calle y veo personas criticando y juzgando a otras. Alzan la voz y su ego piensa que así es más poderoso. "A mí no me lo vuelve a hacer...." " Pensaba que no le iba a contestar...." .
Se gritan. Creen que su visión del mundo, de la vida y de los demás es la verdadera, que esta sociedad es una jungla, que se trata de sobrevivir, morder y hacer daño porque si no será a ti a quien muerdan y hagan daño.¡ Hay tanta confusión en las personas!. En todas partes la vida está llena de heroísmo, pero también de violencia, o mejor dicho, de la ignorancia de la violencia... Todo ello me lleva a pensar qué puedo hacer yo, minúscula hormiga del bosque tan confundida como todos... entonces mi mente me susurra unas palabras que oí decir a Venerable Damcho en una de sus charlas: " Cuando te enojes con alguien, no añadas más violencia a este mundo, que ya anda sobrado de ella. En su lugar, practica la paz, la generosidad y la compasión"*
Me gustó aquella frase: no contribuir a la violencia del mundo con un enfado que sólo lleva a sentir dolor por ambas partes. Pero esto ¿ no es sumisión? No. La compasión es la hermana mayor de la comprensión. Comprender al otro, a los demás, me lleva a meterme en su piel, que es también la mía, y si no puedo, darme tiempo porque todo llega.Ahí andamos, caminando con alpargatas sobre caminos de piedras. Pero andamos.
* Las palabras son aproximadas, pero el sentido es el mismo.
(Cristina Carrasco)
Imagen: Desconozco su autor o autora.