miércoles, 21 de junio de 2017

21 de Junio de 2017


Querida hermana:

Otra vez ha llegado el verano. Para ti, el invierno.

Esta es la estación en que camino descalza y en la que todo parece vestirse con la ligereza del viento.

Yo en tu estación, el invierno, me vuelvo una osa y me enclaustro en la cueva que llevo dentro. Me vuelvo interior, profunda como un agujero negro del Universo.

Después, cuando el frío comienza a ser un recuerdo, salgo y me desperezo, miro el sol radiante y para reverenciarlo me quito los zapatos y camino descalza.

Todo sigue en esta rueda infinita de las estaciones que marcan los ciclos de la vida. 

En el verano recojo los frutos internos que planté en la osera cavernaria y los celebro con la excusa del Saka Dawa, de San Juan, del Orgullo, de la Luna de Junio, de las Ferias Alternativas... Lo celebro bailando batukadas en la orilla del mar y caminando por los bosques húmedos de Italia donde debí aprender una nueva lengua y una forma diferente de andar.

Que encuentres la felicidad que nada sabe del sufrir, hermana, en este tiempo, para ti, del adentro. 
Yo intentaré disfrutar en esta estación de pies desnudos. 
Te quiero. 

( Cris Carrasco García)
Imagen: Amelia Jane Murray