¡Imagina cómo están de bonitas las cafeterías y las pastelerías por la fiesta de mañana! Todas llenas con los dulces de mazapán y los pañuelos colgando en los escaparates. Hay muchos colores por todas partes y hoy, que he ido a la parte antigua del pueblo, sí, donde está la biblioteca y la torre y se respira aire de historia, pues muchas personas ya no han trabajado y por la calle no parecía lunes sino lo que era: la víspera de un día de fiesta.
Creo que es verdad el dicho "De la festa, la vespra" (De la fiesta, la víspera) porque todos sonreían y caminaban más livianos, como con alas en los zapatos.
Aunque tú sabes que esos dulces cuestan mucho dinero porque están hechos con almendra molida, así que los miro a través de los escaparates y recuerdo el poema de Maram Al-Masri:
Soy la ladrona de los caramelos.
Ante tu tienda
mis dedos se quedaron pegados
y no conseguí llevarme
ninguno a la boca.
El otro día entré en una de esas cafeterías y tenían encima del mostrador una bandeja de muestra para que quien quisiera cogiera algún mazapán y me comí uno, así que no puedo decir como Maram que no me he llevado ninguno a la boca...
Hablando de otra cosa, nuestra diva ya está en el bardo. ¡Era tan bonita y tan humilde! y tenía una mirada muy dulce.Me enamoré de ella hace muchos años, cuando la vi en una entrevista. Hablaba pausado y casi en un susurro y mientras respondía a las preguntas miraba hacia el infinito. Siempre nos quedará su voz. Sólo le deseo que tenga un tránsito sereno y que vuelva pronto. Porque seguro que volverá muy pronto con otro nombre pero ojalá con la misma voz.
Ahora tengo que irme. Bella reclama un poco de mi atención en el sofá. Es su momento de caricias.
Te llevo conmigo, siempre.
Un cálido abrazo
Monterrat Caballé: Casta Diva
Texto: Cris Carrasco García
Imagen: Cris Carrasco García