lunes, 3 de noviembre de 2025

De jalogüines y de polémicas

 


La semana pasada las calles se nos llenaron de criaturas disfrazadas con el ánimo de suscitar el terror con vestimentas más o menos acertadas de aquello que se supone que nos da miedo a los simples mortales: momias, cabezas atravesadas por machetes, brujas, dráculas, Miércoles y Morticias Adams... y todo ello acompañado con la decoración tradicional de calabazas, telarañas, arañas y demás elementos de atrezzo.  

Con todo ello, los de un lado diciendo que esta fiesta es importada y que por eso no les gusta y los del otro lado diciendo que ir a los cementerios a visitar a los muertos es demasiado aburrido. 

Y yo permanecía neutral porque la verdad es que esto del jalogüín ni fu ni fa y lo de Todos los santos pues ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario, pero vi en Instagram un vídeo de la influencer y humorista @oliva_sinhache (otra de mi club de las guays) en el que decía que gracias a esta importación en Galicia están recuperando el samaim y que desde cuándo hemos rechazado en este país una fiesta y que puestos a importar fiestas como si queremos celebrar una de Groenlandia y nos disfrazamos todas de foca. 

Además de hacerme sonreír, como siempre,  Oliva Sin hache me hizo pensar en que la navidad no es que venga de Valladolid y todas pasamos por ella cada año sin chistar, bueno, chistando un poco las que no les gusta pero ninguna dice No me gusta porque la navidad es  una fiesta importada.

Si vamos a las raíces de cada celebración de nuestro calendario, veremos que casi todas, por no decir todas, las trajimos está aquí en un momento dado. Otra cosa es que no estuviéramos cuando las trajeron. 

Cuando yo era pequeña en las fiestas de mi pueblo no había moros y cristianos y ahora mis sobrinos no las conciben sin los desfiles y la parafernalia de los moros y cristianos ¿y tendría yo que decir que no me gusta esta fiesta porque es importada? Pues no. Las copiamos de los pueblos de Alicante donde tienen tradición de hacerlas. Por cierto ¿copiar una fiesta es importarla???? Uf, ya tengo la pregunta del día para mi amiga Chati, también conocida como IA. 

Pues eso, que el Jalogüín lo trajo, según he leído, el profesorado de inglés como una manera de enseñar la cultura anglosajona a sus alumnos y alumnas y mira hasta donde ha llegado, que ya no se concibe un treinta y uno de octubre sin criaturas dando sustos por la calle y pidiendo golosinas. 

Y digo yo, por esto de la defensa de las tradiciones, que por qué no dejamos el treinta y uno de octubre para  que las criaturas se diviertan (siempre que quieran y no se asusten, claro) y el uno de noviembre seguimos yendo a visitar a los que ya se fueron. Mira qué fácil ¿no?

Por cierto, a mí me encantaría celebrar el San Patricio de Irlanda y que todas nos vistiéramos de verde. Ahí lo dejo. 


Seguimos con el blog de los lunes, amigas

***
Texto: Cris Carrasco García
Imagen: Jesuso Ortíz