domingo, 13 de octubre de 2024

Una trilogía, una serie y curso de mujeres filósofas

 

Hola, ¿os acordáis que al acabar el verano os conté que no había encontrado ninguna lectura de verano que me hubiera encantado?...

Pues en el otoño ha llegado una saga de tres libros que me están encantando:

- Hijas de una nueva era.

-Tiempo de mujeres.

-Las cuatro amigas. 

La autora es la alemana Carmen Korn y los tres libros cuentan la vida de un grupo de cuatro amigas a lo largo del siglo XX. El primer libro comienza en 1919, recién terminada la primera guerra mundial , el segundo comienza en 1948 y el tercero en 1970 y la amistad de las cuatro amigas de los dos primeros libros continúa con sus hijas. Los tres libros se desarrollan en Hamburgo, que, según lo que cuenta la autora y las fotografías que he buscado, debe de ser una ciudad preciosa. A lo largo de las tres novelas asistimos a los grandes acontecimientos políticos y económicos que se dieron en el siglo pasado y veremos cómo éstos afectan a las vidas de estas cuatro mujeres y sus familias. 


Cuando me recomendaron la trilogía tuve ciertas dudas ya que los bestsellers no suelen gustarme, pero como la persona que me aconsejaba merece toda mi confianza, decidí hacerle caso y la verdad es que estoy encantada. Como he dicho antes, son los libros que esperaba para el verano pero han llegado en otoño ¡bienvenidos sean!


Por otro lado, acabo de terminar una serie que también me ha encantado: MOM. Tiene la friolera de ocho temporadas pero los capítulos duran unos veinte minutos, por lo que no se hace pesado. Recomiendo que se comience por la segunda temporada, ya que la primera no está mal, pero comparada con las siguientes es la más flojita. Cuenta las peripecias de un grupo de mujeres que deben ir a las reuniones de alcohólic@s anónim@s ya que todas arrastran largos historiales de diversas adicciones. A pesar de tratar  problemas sociales duros, en la serie se presentan situaciones muy cómicas que en más de una ocasión me han sacado un carcajada (y eso no es nada fácil en mí). 

Bueno, pues como véis, septiembre y lo que llevamos de octubre ha sido y está siendo muy productivo en cuanto a lecturas, series y películas. 

También comencé el curso universitario del que hablé en la anterior entrada y me ha encantado. La primera mujer filósofa que hemos conocido ha sido Aspasia de Mileto, que fue contemporánea de Sócrates y estaba dentro de las llamadas Hetairas, que eran mujeres que en la antigua Grecia tenían una mentalidad mucho más liberal que la mayoría de sus contemporáne@s, eran muy cultas, manejaban con gran destreza el arte del debate y los hombres cultos las buscaban para instruirse y aprender de ellas. 


Si buscamos el término hetaira en Google, nos dirá que eran cortesanas cultas y en una segunda acepción, las calificarán como prostitutas.... y vamos a lo de siempre... ellas eran más liberales que otras mujeres de su época también en el terreno sexual y en el de relacionarse con los hombres, pero no eran prostitutas. ¡Uff, siempre el estigma! ¡qué cansancio!

Bueno, pues ya me voy.

Os dejo con estas recomendaciones y que estéis bien. 

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Texto: Cris Carrasco García

Imágenes: Portadas de los tres libros. Fotografía oficial de Mom y dibujo de Aspasia de Mileto. Todas tomandas de Internet.

miércoles, 2 de octubre de 2024

Universitaria a los 50...

 

Me he matriculado en un curso en la universidad para mayores de 50 años y ayer fui  a ver dónde son las clases y las instalaciones. 

Cuando Amore y yo entramos por la puerta con gesto dubitativo, un grupo de chicas y chicos de unos veinte años, salía. 

Al vernos mirar hacia todos los lados, uno de los chicos se acerca y nos dice: "Es al lado, ésto es la universidad".

Le dimos las gracias y fuimos al lado creyendo que allí estaban las dependencias para estudiantes mayores de 50 años, pero ¿con qué nos encontramos? Con un centro de mayores que nada tenía que ver con la universidad...

Me pregunto si a los veinte años yo veía a la gente de cincuenta como para creer que buscan un centro de la tercera edad ...

***

Pd1: Por cierto, el cuso es de mujeres filósofas y estoy deseando empezar porque cuando tenía veinte fui a una facultad donde me hablaron de muuuuuuchos filósofos pero de ninguna filósofa y hay que conocerlas para reconocerlas. 

Pd2: Hablando de edades y comienzos de nuevos caminos una vez se ha tocado el cinco, el seis, el siete y sucesivos, el otro día vi una comedia que me encantó: El club de los martes. Aunque es una comedia, es un humor con miga y mar de fondo. 


Texto: Cris Carrasco García
Imagen 1: Cris Carrasco García
Imagen 2: Fotograma de El club de los martes





lunes, 2 de septiembre de 2024

Año nuevo

 




Ayer fue el día de año nuevo porque para mí y sé que para otras muchas personas, el año comienza en septiembre. Y como cada septiembre, tengo una sensación de deseo de comienzo y a la vez de nostalgia por el verano que comienza a evaporarse. 

 ¿Cómo ha ido este tiempo sin pasar por aquí? Pues muy bien, pero me despedí en la última entrada diciendo que volvería con un libro del verano y no es así. Porque no he leído ningún libro. Podría decir que me lo impidieron el Tour de Francia, los juegos olímpicos o la ola de calor de dieciocho días que sufrimos mientras estábamos en Italia. Y sería parte de verdad. Pero la verdad completa es que ningún libro que ha caído en mis manos me ha resultado tan interesante como para llegar hasta el final. Y no hay otra excusa.

Por otra parte, en Instagram he participado en dos retos fotográficos que me han encantado. En julio comencé el primero y me entusiasmé y como sabéis que una es intensa, pues me entusiasmé tanto que en agosto me apunté al segundo. Cada día una foto sobre un tema que sólo sabes a a partir de las doce de la noche... Cuando lo empecé no tenía ni idea de lo que me iba a enseñar ese desafío que en apariencia es tan trivial, pero a medida que iban pasando los días iba descubriendo cosas en mí y en la fotografía a la vez que conocía a mujeres encantadoras. Ha sido, sin duda, mi mayor goce de este verano. Sobre todo, me ha permitido darme cuenta de que todavía soy capaz de terminar proyectos que comienzo, algo en lo que últimamente había fallado.

Y por primera vez en unos años, me he sentido libre porque la ocupación que tantas horas me abarcaba en otro tiempo ya no está y me he podido dedicar a este hiperfoco en el que se está convirtiendo la fotografía. 

Todo ello sin olvidar que tengo muchas ganas de volver a pintar mandalas y de ver qué hago con todos los poemas que tengo escritos por ahí ¿haré una autopublicación o varias? No lo sé y tampoco me presiono. No va conmigo eso de estar siempre en movimiento, de hacer cosas, de no parar, de tener muchos proyectos, de salir de la zona de confort (¡ qué poco me gusta esa frasecita que a fuerza de repetirla todo el mundo se ha vaciado de significado!). La madeja se irá desenredando poco a poco y a su tiempo. 

Mi patria en mis zapatos,

aunque llevo una bota

y me queda grande

porque no es mía.

Pero tu bota en mi pie

es la razón perfecta

para mi risa. 

***

Texto: Cris Carrasco García

Imagen: Cris Carrasco García

Primer verso del poema tomado de la canción:

Mi patria en mis zapatos de El último de la fila


viernes, 28 de junio de 2024

Feliz verano ,Los Bridgerton y ¿libro para las vacaciones?


Bueno,  pues ya está aquí y con él el agua, la arena, el calor, el Tour de Francia que empieza mañana, la ligereza, la liviandad... No sé a vosotr@s pero en verano todo me parece más llevadero, menos denso, aunque ya no es mi estación favorita, todavía tiene en mí reminiscencias del aroma a libertad que me inspiraba cuando era niña. 

Por eso, he decidido que esta entrada esté acompañada de un clásico en este blog: una ilustración de Fred Calleri, que, como sabéis las personas que me seguís, es uno de mis ilustradores favoritos. 
Su eterno personaje, esa señorita que siempre, esté donde esté, tiene aire de haber acabado de aterrizar en el lugar y no tener ni idea de para dónde tirar; jeje, no es por nada, pero me recuerda a mí. 

En esta ilustración lleva un típico gorro de baño de los años cincuenta. Me hacen mucha gracia esos gorros. Cerca de donde vivo hay una sombrerería de mucha solera que algunos veranos muestra en sus escaparates gorros de este estilo y a veces me han dado ganas de comprarme uno. 
¡Síííí! me ha detenido los ojos de espanto de mi pareja. Sólo eso. 

Pero quizá, como ya he tocado el cinco en edad y parece que cuanto más mayores somos más se nos permite cometer ciertas ligerezas o quizá seamos nosotras las que nos permitamos ser más libres, pues a lo mejor me pongo el mundo por montera y me decido a comprarme (y ponerme en la playa) un gorrito de esos tan graciosos. Sería un veraniego canto a la libertad de expresión y seguro que mi pelo me lo agradecería. 

No sé si este verano volveré a publicar otra entrada. No sé si me acompañará el tiempo libre o me someterá el calor al estado vegetivo habitual con peligro de metamorfosis a sepia. No lo sé y por ello y por si acaso, me gustaría desear a las personas que me leen en el hemisferio norte, un feliz verano y a las del hemisferio sur, un feliz invierno. 

Y antes de marcharme, una recomendación: la tercera temporada de Los Bridgerton es fabulosa. Adoro a Penélope y los guionistas han sido muy generosos con ella. La música, como cada temporada, es maravillosa, el vestuario con pelucas de la reina incluidas, sobrecogedores y la ambientación increíble. 

Ahora, para terminar los preparativos de las vacaciones, estoy buscando un libro para el verano. En esta época del año me gusta leer cosas livianas pero que aun siendo ligeras no caigan en la tontería y todavía no he encontrado ese libro suave pero a la vez interesante . Espero encontrarlo pronto. 
Ya me voy. 
Como he dicho, no sé si volverè en poco tiempo o pasado el calor pero de todas formas, abrazos refrescantes con sabor a helado de limón con hierbabuena. 
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Texto: Cris Carrasco
Imagen: Fred Calleri