Me gustaron Los Goya.
Cada año, la noche de Los Goya, mientras veo a esas actrices nuestras que de tanto frecuentarlas en la pequeña y en la gran pantalla son ya como de la familia, mientras las veo, digo, pasearse vestidas de domingo por encima de una alfombra roja soñando quizá con la meta final de los oscars, no puedo dejar de recordar aquella gala legendaria en que actores, director@s, guionistas , maquillador@s, y tod@s aquell@s que forman la industria de los sueños, subieron con una pegatina en el pecho diciendo NO a la guera. Fue la primera vez. El primer grito ante una guerra injusta ¿ y cuál no lo es? en la que el PP nos había metido. Ell@s fueron los primer@s, y a partir de ahí, la gran mayoría reaccionamos y salimos a cubrir las calles. Eran otros tiempos y otras circunstancias.
Dicen que ayer la tensión se palpaba en el ambiente. La ministra entró en el Palacio Real con una sonrisa forzada... Y Buenafuente se encargó de aliviar los nervios verbalizando los problemas con un monólogo ejemplar. A veces, hablar de las tensiones es el primer paso para solucionarlas.
Alex de la Iglesia puso a más de un@ en su lugar y pronunció una frase que para mí fue la mejor de esta gala: "Internet no es el futuro. Internet ya es el presente". Como decía aquel anuncio: " Para l@s que quieran entender, para l@s que no quieran entender, para l@s que se den por aludid@s, para que l@s que miran para otro lado, para l@s que no miran...".
Alex de la Iglesia dijo una gran verdad . Quizá la industria del cine y de la música sólo ha visto los aspectos negativos de la existencia de Internet y no han pensado en renovar los esquemas, en modernizarse. Quizá Internet no sea una amenza sino un aliado.
Por lo demás, la gala tuvo ternura, con Pascual Maragall aprendiendo a desaprender con lo que ello conlleva. Con unos niñ@s premiad@s como actores revelación y una "Pa negre" que nos recuerda que no hace mucho tiempo eso era lo único que tenían para comer nuestros padres o nuestros abuelos.
" También la lluvia" nos habla de problemas actuales, de multinacionales que quieren controlar hasta el agua... hasta la lluvia .Y los combina con problemas pasados que se arrastran en la memoria colectiva.
Fue una ceremonia ágil que afortunadamente va dejando atrás el encorsetamiento del formato americano y que nos demuestra que aunque la mayoría no consuma cine patrio, aquí se hace un cine de calidad donde se habla de circunstancias y de problemas, donde el dinero gastado vale la pena.
P.D: En este cine, por supuesto, no meto a "Torrente", aunque el hecho de que esté a punto de comenzar a rodarse la cuarta parte deberia hacernos pensar sobre nuestros gustos cinéfilos...