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miércoles, 16 de enero de 2013

BAJARSE AL MORO


Anoche, en "Versión española", ( sí, a veces la veo, ¿hay alguien más por ahí que lo hace?) vi la película "Bajarse al moro" (1989) y por primera vez en mucho tiempo me fui a la cama con una sonrisa.
No voy a contar el argumento porque pienso que la mayoría ya lo sabréis, y si no, ¡pues a verla, que, sin ser un peliculón, vale la pena!. Y vale la pena porque es una película fresca, bella, con destellos de ternura en esa mirada de Verónica Forqué.
Un Antonio Banderas que aún no era divo de Hollywood, una Aitana Sánchez Gijón guapísima, un Juan Echanove que todavía lucía rizos morenos y mi Verónica.... siempre ella, singular, tierna y atrevida.
Como digo, me fui a la cama con una sonrisa y con una pregunta ¿ dónde hemos mandado aquella frescura y aquel deseo de experimentar de los 80`? Entonces también teníamos problemas sociales serios y no nos rendíamos, todo era nuevo, especial, diferente. Experimentábamos con la música, con el cine, con la poesía... éramos como recién nacidos a un nuevo Universo.
Y ahora estamos como de vuelta de todo, con la sensación de que todo está visto y experimentado. No  somos frescos y mucho menos inocentes o ingenuos.
Pienso que estamos perdiendo bellas oportunidades y de vez en cuando una pequeña secuela de los ochenta nos lo recuerda.

lunes, 28 de marzo de 2011

El DISCURSO DEL REY

Es sábado por la tarde y no tengo demasiado que hacer. Esta mañana ya me he dado mi paseo bajo el sol y para esta tarde ... ¿ por qué no voy al cine?. Miro la cartelera y dudo entre dos películas pero al final me decanto por la que tiene más premios porque la otra es italiana pero doblada, así que prefiero esperar y verla en su idioma original.
Cuando llego a la taquilla ¡oh, inconveniente! resulta que los horarios en internet estaban equivocados y la película no empieza hasta dentro de dos horas y es en versión original subtitulada. Vaya, si hubiera sido la italiana no hubiera tenido nigún problema pero con el inglés no me apetece estar leyendo continuamente. Así que me voy a otro cine cercano y ¡ vaya, qué suerte! aquí sólo hay que esperar una hora y la película es doblada.
Cuando entro en la sala resulta que no tiene nada que envidiar en tamaño al salón de mi casa, además, mis compañer@s de visión son en más del noventa por ciento clientes del Inserso, lo que me alegra considerablemente, porque así no tendré que aguantar a adolescentes engullendo palomitas cual monstruos de las galletas, perdón, de las palomitas.  Hasta ese momento no sabía yo que mis dos compañeras de visión que estaban sentadas en la fila de atrás se iban a pasar hablando toda la película porque una de ellas era un poco sorda y la otra le "traducía" lo que no oía.
Comenzamos.Comienza el sueño. Con las películas me pasa lo mismo que con los libros, que si las tres primeras palabras me cautivan, puedo aguantar toda la película sin parpadear, pero si las tres primeras palabras me dejan fría, ya no hay nada que hacer.
Y me paso toda la película sin parpadear.
Y degustando los diálogos, la soberbia de la pareja de aristócratas ( el futuro rey Jorque VI y Elizabeth), que son, a la postre, los padres de la actual queen Elizabeth, y su madre, la esposa del rey, es aquella que vivió hasta los 102 años porque vivía conservada en ginebra. Bueno, degustando como digo, los diálogos, las excentricidad del logopeda, que no tiene desperdicio,  los sentimientos contradictorios que me produce el futuro rey Jorge (o George, que cada vez que oigo ese nombre me acuerdo de aquella serie tan maravillosa: Los Roper), el gran parecido de Elizabeth con la verdadera, el presentimiento de una guerra inminente...
La película en sí no tiene desperdicio. El actor principal hace una papel soberbio, así que no es de extrañar que le hayan dado un óscar, el logopeda es descarado, tierno y acertado, las niñas son eso, niñas, los decorados son adecuados, la niebla de Londres es tan densa que se puede cortar, Churchill está perfecto y el discurso del rey es como debe ser.
Así que salgodel cine como a mí me gusta salir del cine: flotando.

lunes, 14 de febrero de 2011

"INTERNET NO ES EL FUTURO. ES EL PRESENTE"

Me gustaron Los Goya.
Cada año, la noche de Los Goya, mientras veo a esas actrices nuestras que de tanto frecuentarlas en la pequeña y en la gran pantalla son ya como de la familia, mientras las veo, digo, pasearse vestidas de domingo por encima de una alfombra roja soñando quizá con la meta final de los oscars, no puedo dejar de recordar aquella gala legendaria en que actores, director@s, guionistas , maquillador@s, y tod@s aquell@s que forman la industria de los sueños, subieron con una pegatina en el pecho diciendo NO a la guera. Fue la primera vez. El primer grito ante una guerra injusta ¿ y cuál no lo es?  en la que el PP nos había metido. Ell@s fueron los primer@s, y a partir de ahí, la gran mayoría reaccionamos y salimos a cubrir las calles. Eran otros tiempos y otras circunstancias.
Dicen que ayer la tensión se palpaba en el ambiente. La ministra entró en el Palacio Real con una sonrisa forzada... Y Buenafuente se encargó de aliviar los nervios verbalizando los problemas con un monólogo ejemplar. A veces, hablar de las tensiones es el primer paso para solucionarlas.
Alex de la Iglesia puso a más de un@ en su lugar y pronunció una frase que para mí fue la mejor de esta gala: "Internet no es el futuro. Internet ya es el presente".  Como decía aquel anuncio: " Para l@s que quieran entender, para l@s que no quieran entender, para l@s que se den por aludid@s, para que l@s que miran para otro lado, para l@s que no miran...".
Alex de la Iglesia dijo una gran verdad . Quizá la industria del cine y de la música sólo ha visto los aspectos negativos de la existencia de Internet y no han pensado en renovar los esquemas, en modernizarse. Quizá Internet no sea una amenza sino un aliado.
Por lo demás, la gala tuvo ternura, con Pascual Maragall aprendiendo a desaprender con lo que ello conlleva. Con unos niñ@s premiad@s como actores revelación y una "Pa negre" que nos recuerda que no hace mucho tiempo eso era lo único que tenían para comer nuestros padres o nuestros abuelos.
" También la lluvia" nos habla de problemas actuales, de multinacionales que quieren controlar hasta  el agua... hasta la lluvia .Y los combina con problemas pasados que se arrastran en la memoria colectiva.
Fue una ceremonia ágil que afortunadamente va dejando atrás el encorsetamiento del formato americano y que nos demuestra que aunque la mayoría no consuma cine patrio, aquí se hace un cine de calidad donde se habla de circunstancias y de problemas, donde el dinero gastado vale la pena.
P.D: En este cine, por supuesto, no meto a "Torrente", aunque el hecho de que esté a punto de comenzar a rodarse la cuarta parte deberia hacernos pensar sobre nuestros gustos cinéfilos...