La ilustración que he puesto hoy es de mi admirada Agustina Guerrero y en ella se representa a sí misma dibujando, pero cuando, después de una tarde de echar humo, he buscado alguna ilustración para acompañar la entrada, he pensado que me representaba.
Porque hoy, queridas amigas, quería hablaros de una frasecita que odio a más no poder y también odio a más no poder el concepto que la encierra: salir de la zona de confort.
Como si la vida en sí no se encargara cada cierto tiempo, casi siempre breve, de sacarnos de esa zona cómoda y decirnos cual Jesús a Lázaro: "Levántate y anda". Pues no, por lo visto para los coach (algún día hablaré también de ellos y ellas y elles) y para gran parte de la psicología moderna, hay que estar siempre pensando cómo salir de nuestro nidito comodón.
Pues señoras y señores, yo me quedo en mi zona de confort y aquí la única que tiene derecho a sacarme es la vida porque no hay otra y está hecha así.
Y hoy venía con la idea de ponerme contundente con el tema y maldecir en arameo contra las psicologías anticonfortianas y coach repetidores como papagallos de conceptos que de tan manidos ya parecen vacíos.
Pero la vida me ha sacado de la zona de confort, mira tú por dónde.
Y lo ha hecho de la manera más sutil: después de comer, como cada lunes, he abierto mi ordenador dispuesta a comenzar a escribiros cuando por mi mente ha pasado una idea que me ha hecho ir a la configuración de mi blog para intentar añadir un plugin , pero antes he tenido que mirar cómo se pone el puñetero plugin y después de varios intentos no he podido.
Todo hubiera quedado en una anécdota pero como he manipulado configuraciones y vete tú a saber qué más, ha resultado que Lunas Violeta, cuando me he querido dar cuenta había perdido toda su identidad. No tenía ni el tipo de letra, ni los colores, ni nada de nada ¡Oh, susto!
Así que me ha tocado volver a configurar el blog con sus colores más o menos habituales y toda su parafernalia.
Si alguna milenial me está leyendo pensará que no es para tanto... ¡claro, porque tú eres milenial! pero es que yo soy X, generación X y encima del team informáticamente torpes, por lo que el asuntillo me ha llevado toda la tarde.
Así que la próxima que me diga que hay que salir de la zona de confort la que va a tener que salir pero corriendo es ella.
Otro día os hablo más extenso sobre ésto porque ahora mismo estoy que echo humo.
Seguimos con el blog de los lunes, amigas.
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Texto: Cris Carrasco García
Imagen: Agustina Guerrero