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miércoles, 20 de marzo de 2019

Primavera



El invierno se transforma
en primavera
como una oruga
que ya puede volar
se convierte en mariposa.

(Cris Carrasco García)




Imagen: Claudia Tremblay
Música: Primavera. Antonio Vivaldi.

viernes, 15 de marzo de 2019

Ha pasado una vida



Ha pasado una vida
y un eón de resentimientos,
pero ayer te vi entre los naranjos
que anuncian la primavera
y se evaporaron las lágrimas. 
Me volví gota de agua.
En un segundo
olvidé las heridas desangradas
y los rasguños sin cicatriz.
A veces, lo que no hacemos en todo un camino
lo logramos casi al final
quizá porque ya es el momento
de convertirnos en flor
como le ha llegado su tiempo al azahar.

(Cris Carrasco García)
Imagen: desconozco su autor/a. 
Tomada de Pinterest.

viernes, 8 de marzo de 2019

Dejamos de vernos, nos encontramos

Imagen: Ángeles Santos. Tertulia


Dejamos de vernos, nos encontramos,
me cuidaste, te cuidé,
me señalaste un camino, 
te fuiste del mío,
me enseñaste el valor de la paciencia,
del amor y de la compasión,
a mis ojos te volviste una maga sabia.
Te fuiste con la espalda encorvada
y llegaste con aroma de recién nacida. 
Me sorprendí con tus palabras
y a veces supe el orden preciso de tus frases. 

Todas llegasteis para moldearme,
para dolerme vuestro dolor lejano,
para hacerme sentir cerca del mar. 
Hoy sé que las que se fueron
tuvieron que hacer su senda
y las que se quedaron formaron conmigo
un lazo abierto que anuda lo bueno 
y deja marchar lo que ya no está.

A ti, viajera, mamá, hermanas, 
a ti, mi amante, mi amiga, mi niña que crece,
a ti, mi maestra, a ti que no te conozco
pero te aprendo en todos los poros de mi piel
que son también los tuyos,
gracias por todas las fechas y todos los días. 

(Cris Carrasco García)


martes, 12 de febrero de 2019

Mi vacío será llenado por el aire

Mi vacío será llenado por el aire
y el canto de los pájaros
mientras camino con un equipaje efímero
y un cuenco de limosnas
que acepta mimosas recién nacidas.
.
(Cris Carrasco García)



Imagen: Isabel Ruiz

viernes, 28 de diciembre de 2018

Tener los brazos siempre abiertos

Tener los brazos siempre abiertos
para dar la bienvenida 
a los que llegan
y dejar marchar
a los que se van.
Inocente en el día de los Inocentes,
un pequeño ser se aleja
entre sollozos
y otro llega entre sonrisas.
No es la crueldad de la vida,
no es la bendición de la vida,
es sólo la VIDA
que sale a nuestro encuentro.

(Cris Carrasco García)


Imagen: Asun Balzola

viernes, 23 de noviembre de 2018

El gorrioncito

El gorrioncito
otea el horizonte
desde el punto más alto
del tejado.
Sé que sólo ve lluvia.
Alza el vuelo, traza círculos
con alegría infantil.
Está jugando
donde otros maldicen el agua.

(Cris Carrasco García)


Imagen: Cinzia Bolognesi

jueves, 15 de noviembre de 2018

Recojo algunas hojas



Recojo algunas hojas
que tapizan la tierra
del parque.
Están mojadas, tienen frío,
el otoño las hace temblar.
Las pongo en mi diario
para que duerman calientes,
para no olvidarlas
cuando llegue la primavera.

(Cris Carrasco García)

Imagen: Abigail Halpin

domingo, 21 de octubre de 2018

A veces pienso en escribirte


A veces pienso en escribirte
y decirte que todo lo teñí
de luz iridiscente.
Es cuando estoy en la bella dimensión
y todo es bueno. Todo está bien.
Otras veces me alegro
de que me cerraras tu puerta
como a una vendedora de enciclopedias.
Pero ¿sabes?
Siempre gana la luz del arco iris
aunque nunca te escriba. Aunque no lo sepas.

(Cris Carrasco García)
Imagen: Xuan Loc Xuan

sábado, 29 de septiembre de 2018

Quiero ser agua

Quiero ser agua
y que en la noche
la estrella más pequeña
venga a buscar 
la frescura de mis brazos.

(Cris Carrasco García)


Imagen: Barbara Zambon

viernes, 14 de septiembre de 2018

Recojo un jazmín caído

Recojo un jazmín caído 
y es una ofrenda para el altar.
La acera me agradece que la limpie,
el jazmín me agradece
que todavía lo crea útil
y el Buda sonríe
ante el perfume de la flor. 

¡Cuántas cosas ocurren
con sólo recoger un jazmín perdido!

( Cris Carrasco García)

Imagen: desconozco su autor o autora.


viernes, 17 de agosto de 2018

Te traeré un hada

Te traeré un hada
que te cuide y te quiera.
Alguien a quien le importes
y te acaricie
como sólo las hadas saben.
Sólo te pido un poco de paciencia
porque estoy aprendiendo
su idioma de pensamientos buenos.
No tardará mucho
porque ya ha mandado en anticipo
un manto de luz
y una pluma con tu nombre. 

(Cris Carrasco García)

Imagen: Corinne Dmuynck

jueves, 26 de julio de 2018

Como sólo la luna enseña



Me recibiste con los brazos abiertos y vestida de agua.
Yo no esperaba nada, no tenía un punto, ni un pensamiento,
ni un lugar donde anclar la brisa de tu noche
y aún así, me abriste las manos
con el gesto que no deja lugar a un resquicio de duda.
Te sentía cerca, te sentía bella.


Fuiste canal que termina en nacimiento
con ojos inundados de luz de noche,
cañaveral donde esperan los pájaros la llegada de un nuevo día
ignorante de  la cara muerta de la realidad:
madera, plástico, frivolidad de turismo amarrado a todas las superficies.


No sé si fuiste o te soñé…
Pero sólo con habitar mi sueño, entonces ya fuiste.
Sí. En la realidad del mundo de Alicia,
en el lugar donde levanto las nieblas de Avalon.
Allí, entre dos de todos los cosmos, estuviste.
Y me recibiste y te surqué y fuimos. Porque fuimos.
Como son los planetas, los satélites y los infinitos,
como la fantasía que inventa lo que ya existe.


Uno de los dos mundos estaba en agonía
y el sufrimiento de todos rondaba como un buitre que espera su muerte.
¿Fuimos egoístas al ser felices cuando el mundo se desangraba?
No. Porque vertimos amor donde ya no quedaba esperanza,
porque al cobijarme en tu húmedo cuerpo
cobijaste a todos los seres heridos, dolidos y hambrientos,
porque una gota de amor basta para redimir el universo del dolor.


Todo fue como debía ser
en la estación de los largos atardeceres
que terminan con el sol calado hasta los huesos por tus aguas.
Así terminé yo. Porque fui tu sol, me humedecí contigo
y  juntas esperamos a la luna creciente para danzar descalzas
como sólo lo femenino sabe, como sólo la luna enseña.


Tuvo la belleza fugaz del cormorán que levanta el vuelo
y se pierde en el horizonte violáceo.
Era imposible no mirar al cielo
y juntar las manos para dar las gracias
por tanto amor. Por tanta belleza.
Por tanta plenitud. Por ser dos.
Por la confianza de abrirte en canal para mí.
Por mi valentía al elevarme en lo inestable.


No hubo fuego porque fuimos agua y brisa,
no se paró el tiempo porque avanzó hasta llevarnos
a la estación de los atardeceres teñidos de hojas,
no estoy partida en dos porque te llevo dentro,
no dejé en ti mi vida porque tú sumaste un corazón
donde no late el mío.


Pero fue pasión. Sí. Fue pasión.
Como lo es escribir poemas de agua,
o mirar los eclipses para buscar la sombra de la luna,
o estar sola entre una multitud de viandantes
sabiendo que puedes echar a volar.
Sí. Fue pasión.
Como lo es mirar las golondrinas después del invierno
o contemplar la dilatación de los días al final de la primavera.


Terminó porque todo es efímero y las danzas acaban
cuando los pies duelen de tanto bailar
y debes caminar sobre tierra firme
sin saber si has aprendido todos los nombres
con los que te llaman los barqueros y los pescadores.


Hoy me he decidido a escribirte
al lado del fuego de la estufa y con mitones de vagabunda
en la estación de las noches oscuras
porque entre el tráfico de la ciudad  una garza ha venido a visitarme
y me ha dicho que no moras en el habitáculo de un recuerdo.
Existes con sólo cerrar los ojos o elevar el ancla.


Ahora, en lo sereno del invierno,
bendigo el brazo de mar que te hizo dulce,
te bendigo por ser agua
y me bendigo por ser la libélula que aprendió a tu lado
a dibujar el esbozo de sus alas.


                                       Cris Carrasco García
Imagen: Cris Carrasco García

lunes, 2 de julio de 2018

Qué eternas son

Qué eternas son 
algunas tardes de verano
instaladas en un tiempo infinito.
¡Qué eternas cuando esperas
un pequeño milagro imposible!

(Cris Carrasco García)



Imagen: Claudia Tremblay


lunes, 18 de junio de 2018

A veces, por un instante

En el tren, de Villacañas a Valencia.

A veces, por un instante,
la vida es tan perfecta
como un círculo de mujeres
con raíces de tierra
y pechos de mariposa.
A veces, por un instante,
la vida es tan redonda
como un mar de amapolas
entre bancales de trigo y viñas.

(Cris Carrasco García)

Imagen: Barbara Zambon

jueves, 24 de mayo de 2018

Es fácil reconocerse en el dolor

Es fácil reconocerse en el dolor
y pensar en las palabras 
de los maestros y los manuscritos.
Pero no sé
cómo dominar la alegría
sin confundirme con las diosas.

( Cris Carrasco García)

Imagen: Abigail Halpin

martes, 1 de mayo de 2018

Cada etapa de mi vida es una paella distinta...


He tenido la suerte de ser invitada por Beni Córdoba a la "tertulia" literaria que se realizará este próximo viernes en Adisto ( Asociación de Discapacitados de Torrent).
Cuando me propuso el tema, me quedé un tanto estupefacta: la paella. 
Pensé :" ¿Qué escribo sobre la paella que no suene folklórico y banal y a la vez la puedan entender los chicos y chicas de Adisto? Y bueno, tras varias tentativas, ésto es lo que he llegado a hacer. Espero que os guste:

********
Cada etapa de mi vida es una paella distinta...
De niña entre algarrobos y almendros
y los primos jugando a los indios
con la tizne de la paellera.
¡No te arrimes al fuego! era el grito de las madres.
¡salvaje libertad con aroma de leña y arroz!
La adolescencia y los domingos de campo
toman color de obligación y rebeldía.
Como deprisa porque en la ciudad me esperan
los amigos y el rock.

Los años de facultad: mamá bájame el arroz
que me quedo a estudiar...
y llega el plato. Siempre demasiado lleno.
No quiero la carne,
comienza mi conciencia a tomar vuelo.

Los novios, las invitaciones a paella de restaurante
con nombre de gran tenedor
y contemplación de atardecer en el espejo de los arrozales.

Viene el luto y la tristeza.
A los almendros de la infancia se les ha marchitado la flor
y la paellera añora a los indios tiznados de negro.
Ahora sólo como el arroz y las verduras.

Llega un amor de muy lejos.
Soy su maestra de conversación femenina
en el paellero el domingo al mediodía.
Le explico la paella de siempre.
Le aconsejo la mía, la que deja a los animales
correr, saltar, volar y nadar.

( Cris carrasco García)
Imagen: Cecile Mancion





sábado, 28 de abril de 2018

Siempre te digo sí


Siempre te digo sí
y rodeo con lápiz rojo el día,
la hora y el segundo exacto
de tu encuentro,
pero sabes que no tengo certezas
porque soy la hoja del calendario
donde el coyote nunca anota su visita
y siempre llega de madrugada
con el desesperado aullido
del solitario que reclama
la atención de la luna.

( Cris Carrasco García)
Imagen: Byeol Hyna

sábado, 21 de abril de 2018

En el tiempo de las mariposas

En el tiempo de las mariposas,
cuando sentía un aleteo en la nariz
huía a la guarida de las osas solitarias
y allí lloraba
hasta que las lágrimas reparaban
la coraza de hierro.
Pero eso fue en el tiempo de las mariposas...
Ahora,
encuentro en mis lágrimas las tuyas
y te reconozco en la tristeza
de la lluvia y los eucaliptos.
Ya no reparo el hierro con agua salada
y cuando llegan las nubes
me fundo con la tierra
y mis brazos doloridos acogen
los ríos silenciosos de todos los seres
y el retorno de las golondrinas.

(Cris Carrasco García)

Imagen: Rebecca Green

domingo, 1 de abril de 2018

La calle huele a azahar

La calle huele a azahar
y aspiro profundo
anhelando que por un instante
permanezca en mí
sabiendo de lo efímero del aroma.
¡Qué generosas son las flores!
¡Qué avaros mis sentidos!

(Cris Carrasco García)


Imagen: Corinne Dmynck

jueves, 29 de marzo de 2018

Vendrán pronto

Vendrán pronto
las golondrinas.
Otra vez la primavera,
los pájaros y el azahar.
Llega a su fin
la espera de los nidos.

(Cris Carrasco García)


Imagen: Abigail Halpin